Narra Peter
Cuando llegué a Argentina, primero fui hasta mi departamento a dejar todas mis cosas y acomodarlas. Después de eso fui rumbo hacia mi antiguo trabajo, el que tanto había amado y odiado, con un único objetivo. Cuando llegué el guardia que estaba en la entrada se sorprendió de verme, les mostré mi placa y me hicieron pasar, estaba todo exactamente igual a como lo había dejado. No sé cuánto tiempo estuve esperando, pero estaba seguro que hace una hora ya estaba ahí.
- Cuando me dijeron que Juan Pedro Lanzani estaba esperándome afuera me pregunté si era real -dijo Fernando cuando salió de su oficina, me levanté y le tendi la mano en forma de saludo, me hizo pasar a su oficina- Cuáles fueron tus últimas palabras cuando te fuiste de acá? -me miró- Sentate Peter... Ya me acordé, les dijiste a Vega y Colautti que te suelten, que me querías matar -rió, se estaba burlando de mí el muy idiota- ¿A qué venís Peter?
- Quiero formar parte de la agencia otra vez -solté- y ya tengo un caso del que quiero tomar.
- No sólo venís después de destruir este lugar, porque después que me rompiste todo el escritorio tuve que pagar un sin fin de cosas, también venís exigiendo un caso -me miró- yo podría olvidarme de la estupidez que hiciste hace dos años y acordarme de que sos uno de mis mejores agentes, junto con Riera, Esposito y Darín; y darte ese caso que me pedís.
- También quiero pedirle disculpas por ese cometido, si usted analiza la situación debe saber que fue un acto de dolor y bronca. Y también le ofrezco mi total respeto, profesionalismo, como siempre lo he hecho.
- Qué caso querés tomar Lanzani?
- Quiero el de Farias -me miró sorprendido- quiero ser parte de ese caso, quiero trabajar con Esposito.
- Venís a recuperar a tu amor? -se río- esto no es un juego, vos realmente queres ese caso o querés lucirte con ella?
- No vine a jugar. No me interesa saber de la vida personal de Esposito -mentí- quiero tomar ese caso porque tengo muchas ganas de ver a ese tipo tras las rejas. Con él si, tengo una cuenta personal.
- Ok. Entonces, quiero que me firmes esto y ya estás adentro -firmé- espero que no vuelvas a defraudarme Peter -negué- ahora quiero que vayas a ver a Rita y te va a dar todo lo que necesitas -asentí. Cuando me dio todo lo necesario, me fui a ver a mis amigos. Seguramente se sorprenderian de verme acá, además quería contarle a Nicolas que tenía nuevo compañero de trabajo. Llegué a su casa y toqué timbre, cuando Eugenia me abrió se quedó sorprendida- Jodeme -rió y me abrazo- te juro que sabía que ibas a volver, te vi la carita que no querías irte. Entonces... ya es definitivo? Te quedas?
- La realidad es que extraño mucho estar acá, así que si, me quedo, es definitivo -me volvió a abrazar y me hizo pasar afuera donde estaba Nicolás jugando con Rufina.
- Tioooo -gritó Rufina y mi amigo se dió vuelta.
- No hace tres días que te fuiste y ya estás acá, me extrañabas? -jodió y me saludo- a qué se debe este repentino viaje?
- Fui a la agencia -me miró- estoy de vuelta... en realidad lo hice porque quiero ayudar a Lali con lo de Farias, además yo también quiero encontrar a ese hijo de puta que mató a mi hijo. No quiero dejar a Lali nunca más sola, quiero que volvamos a ser los de antes, al menos quiero ser su pareja en la agencia. Nosotros juntos éramos increíbles
- Me encanta amigo, de verdad me pone muy feliz que quieras ayudar a La y que te hayas dado cuenta que no tiene la culpa. Pero, ahora ella ya tiene una pareja y es el Chino -me miró- hablo de pareja en la agencia, la realidad es que son muy buenos juntos, y no nos olvidemos que ella está muy enojada con vos, no se si será tan fácil