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Dos años después...

Narra Peter

Era un día bastante difícil en la empresa, todos corrían de un lado a otro con carpetas, papeles... Realmente deseaba estar en casa ahora mismo, pero no podía ya que estaba por entrar a una reunión con unos inversionistas que me hacían doler la cabeza. Mí jefe había hecho un viaje con su familia, y como su mano derecha me dejó a cargo de todo, era muy importante que me tuviera en cuenta, pero eso significaba salir más temprano de casa y llegar más tarde, pero no podía decirle que no a Sebastián.
Salí de la reunión directo a mí oficina, cuando me llega un mensaje de Lali
"Acabo de llegar a casa. ¿Cuánto tiempo más vas a estar allá?"
Miré la hora y eran las 20pm. siempre trataba de salirme un poco antes, o hacerme una escapada y volver, odiaba pasar tiempo fuera.
"En media hora voy para allá. Te amo"

- Señor Lanzani -levanté mi vista a Juan quien me miraba a punto de la desesperación- estuvimos revisando los últimos números, y no nos cierran. Fuimos al tercer piso a buscar más información y con eso preguntarle a Débora, está trabajando en eso, pero lo necesitamos ya que usted se encarga de eso.

- ¿Realmente no lo pueden hacer sin mi? -pregunté- estaba por irme...

- Señor, si pudiésemos hacerlo no lo molestaría -asentí- además... es sobre las ventas que se hicieron en México.

- Ok -me tomé la cabeza. Abrí mí oficina y saqué las carpetas- diles a Débora y Paola que nos reunimos en mí oficina, yo mientras trabajo en ésto. -asintió. No sé cuánto tiempo nos tomó, pero ya fueron tres café que había ingerido, observé mí reloj y eran las 22pm. ya me estaba doliendo la cabeza tantos números, en estos momentos prefería ser un cuatro de copas y no ser la mano derecha de Sebastián, era agotador. Finalmente terminamos, ya no quedaba nadie en la empresa. Salí rumbo a casa y me di cuenta que tenia 5 llamadas perdidas Lali, me había olvidado de avisarle. Cuándo llegué a casa estaba todo oscuro, fui a la cocina a comer algo, lavé todo y fui hasta la habitación. Estaba mirando tv, ni si quiera me miró cuando entré.

- Mí amor... -me senté con ella en la cama pero seguía su vista en la pantalla- me olvidé de avisarte, pero me surgió algo de último momento y...

- Siempre te surgen cosas de último momento -ahí si me miró- me decís que vas a llegar a una hora pero siempre me veo cenando sola, acostándome sola y hasta hay días que apenas te vemos -se tomó la panza enorme y hermosa que tenía- decime vos cuánto tiempo va a ser así, porque te necesito, te necesitamos -me hizo un puchero que me mató.

- Hey... -le tomé la carita- perdoname mí amor, perdonenme -le puse una mano en la panza y sentí como se le erizó la piel- yo también odio esto, pero te prometo que es unos días más y ya está, Sebastián vuelve en ésta semana y... voy a tratar de organizarme mejor

- Tan incompetentes son en la empresa que siempre necesitan de vos? -era una forra- te extrañamos Pitt.

- Yo también las extraño -le dejé un besito, a ella y la panza. La atraje hacia mí para poder abrazarlas- ¿Cómo se portó?

- Allegra no para de hacer quilombo, para mí quiere llamar tu atención para que le des un poco de bola -reí y la acaricié.- nos tenes abandonadas -claramente estaba exagerando pero no iba a contradecir a una embarazada, menos a Lali embarazada.- estás cansadito? -me tomó la carita con ambas manos y me beso, asentí- entonces durmamos -me sonrió y me acosté en su pecho, con una mano en la panza.

- Las amo.

Narra Lali

El tiempo había pasado y con eso surgieron un sin fin de cosas. El Chino finalmente salió del hospital y estuvo una semana de reposo debido a que no podía hacer mucha fuerza. Empecé a retomar mis estudios y Eugenia y Mery me ofrecieron trabajar con ellas, la realidad era que funcionabamos muy bien y las ventas y el reconocimiento eran increíbles.
Hace cinco meses había enterado que estaba embarazada, todo fue cuando estábamos a bordo por ir a Europa con Peter, todo el viaje estuve encerrada en el baño vomitando y cuando llegamos mí amor me semi obligó a ir a un médico, estábamos en Italia y el se manejaba muy bien con el idioma, estuvimos en sala de espera bastante rato hasta que decidieron revisarme, me hicieron análisis y nos enteramos que Allegra estaba conmigo hace un mes. Inmediatamente Peter se transformó en el cuida número uno, me cumplía todos los antojos a cualquier de las horas, me consentía y nos daba todo el amor que necesitamos, la verdad era un solcito porque se bancaba todo.
Me desperté temprano y Peter seguía durmiendo, decidí no despertarlo porque ayer había venido muy tarde. Comí algo rápido y le mandé un mensaje a Eugenia para que me pasara a buscar porque mi auto estaba en el taller.

Estrella FugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora