𓈈Capítulo 2𓈈

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- ¿Estás bien, Eli? -pregunto el chico de pañuelo mirando a la oji-azul.

-Si, gracias Ángel. Entonces... -miro a los hermanos. - Ustedes... ¿son los dueños?

-¿Te sorprende? - se burló el rubio.

-N-no, no- empezó a tartamudear de los nervios. - Es que... vi la espada que lleva en su espalda y no creí que...- señalo la espada del rubio y este solo la interrumpió.

-Ya entiendo... ¿Hablas de esto?

El rubio tomo del mango la espada, era de color verde y tenía la forma de un dragón y en el ojo de este tenía una gema roja, la sostuvo con fuerza para así sacarla en un hábil movimiento que asustó a la peli-plateada y poniendo en alerta al de mechones que se puso delante de esta y tocó su anillo y así percatarse que su guante estaba roto.

-Tranquilo. -menciono la pelirroja al hada.

-Los asuste, ¿verdad? - dijo con una sonrisa burlona para mostrar la espada rota y provocar que el de pañuelo se relaje. -Sí solo les muestro el mango de la espada, parece muy real.

-Así evita que los clientes se vayan sin pagar. -menciono la den ojos verdes mientras les sonreía.

-No les hagan caso, la verdad es que les cobra la botana después de consumirla- exclamó el cerdo que sorprendentemente se había quedado callado todo este rato. -no los culpo de querer irse.

- ¿¡Es un cerdo que habla!?

Mencionaron los invitados anonadados, un cerdo que habla es sorprendente desde cierto punto; la chica de cabellos color plata se levantó de la cama, llevaba un body azul oscuro debajo de la armadura por lo cual no estaba desnuda y se le lanzo al cerdo para así abrazarlo.

-Me llamo Hawk, es un placer. -se presentó el cerdo mientras disfrutaba de la atención que recibía.

-¡Cuando era niña le pedí a mi padre uno como regalo de cumpleaños! - menciono la del body mientras apapachaba al cerdo parlante.

-Entonces, ¿te dieron un cerdo? -habló curioso el rubio.

-No fue así. - susurro con un tono triste.

-Oigan, no tienen hambre, podría preparar algo de cerdo. -dijo riendo el rubio logrando que Hawks se asustara.

- ¿Algo de cerdo? -menciono la chica con el nombre de "Eli" algo confundida.

- ¡Nada de cerdo! ¡Nada! - provocando las risas de todos excepto de la peli-plata pues no entendió por completo.

-Dale de comer a ella-ordeno la de orbes verde mirando a su hermano. - yo quiero conversar un poco con Ángel, si no te importa, claro.

-La verdad, debemos hablar. -concordó el chico y el rubio asintió.

-Bien, pues andando. A comer. -dijo muy animado a la chica de ojos azules haciendo que está la siguiera junto al cerdo.

-Sí es que lo pueden comer. -murmuro el cerdo que fue callado por el rubio.

-Sígueme. -Miró al azabache.

La chica salió de la habitación junto al de pañuelo rojo mientras caminaban hacia su estudió. El camino a pesar de ser corto era silencioso lo cual ponía de nervios al de orbes miel pues hace 10 años que no veía a su compañera; ya dentro de la habitación la de ojos verdes lo invitó a tomar asiento juntos en su sofá, no sin antes dejar su bolso colgado en un perchero de madera donde también se encontraba una capa de color hueso.

-Lamento lo del guante. -comentó la de shorts. - debía estar segura que si fueras tú.

-No te preocupes, la verdad es que ya estaban muy desechos-le sonrió mientras se quitaba ambos guantes. -no has cambiado nada en estos 10 años.

𝙿𝙴𝙲𝙰𝙳𝙾𝚂 𝙼𝙾𝚁𝚃𝙰𝙻𝙴𝚂 (Nanatsu No Taizai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora