𝙿𝙴𝙲𝙰𝙳𝙾𝚂 𝙼𝙾𝚁𝚃𝙰𝙻𝙴𝚂 (Nanatsu No Taizai)

𓈈Capítulo 15𓈈

Las peleas semifinales continuaron, pero antes de eso, se mantuvo la pelea de Meliodas contra Ban dejando el cuadrilátero completamente destrozado y a un Ban descalificado; las semifinales iniciaron con Howzer y Diane, saliendo esta chica con la victoria.

—Bien hecho Diane —felicitó a su hermana y la de cabellos castaños sonrió.

—¡Siguiente pelea! ¡Batalla 2! ¡Meliodaff vs Caín!

El rubio subió bastante confiado al cuadrilátero junto al anciano que había salido victorioso ante la nefasta pelea contra King.

Ambos participantes empezaron a hablar un poco, pero el aura de Caín había cambiado completamente para los pecados mortales y sobre todo para el pecado de la curiosidad.

—¡Si estuviera vivo, él tendría más de 30 años! —Exclamó anonadado el anciano mientras Meliodas intentaba que este no lo gritara a los 4 vientos.

La gente abuchea pues muchos no lograban escuchar la conversación y les importaba lo más mínimo, solo querían ver acción.

—Algo no va bien... —susurró Ángel a un lado de sus compañeros.

—Si tú en verdad eres el Meliodas que conozco...

Una avalancha de golpes y patadas impactaron contra el rubio antes de que este se diera cuenta. El anciano golpeaba con resentimiento e ira, procedió a quitar la capa que cubría un uniforme de los caballeros de Danafort, cosa que desconcertó al capitán de los pecados capitales.

—¡No perdonaré a alguien como tú! ¡Que traicionó todo por lo que él se mantenía!—la voz del hombre guardaba dolor y odio.

Todos murmuraban, pues el Reino de Danafort había sido destruido hace 16 años, los pecados capitales fueron reprendidos por Ban por intentar buscar sentido a las palabras del anciano, mientras los pecados mortales buscaban en sus memorias el porqué les era familiar ese reino. La vista de los mortales regresó a la pelea ante el grito que salió de los labios de Diane al ver a rubio entre las llamas del anciano quien ahora se sabía era un caballero Sacro.

—¿¡Por qué asesinaste a esas personas!?

Gritaba con ira y rencor el anciano mientras todos sus ataques se estrellaban en el cuerpo del más joven.

—¿¡Por qué asesinaste a tus compañeros!? ¿¡Por qué asesinaste a Liz y a tu hermana!? ¡Las personas más importantes para tí!

La llama que había creado Caín era enorme y el poder destructivo que emanaba de esta podía sentirlos todos los cercanos a la arena. Meliodas levantó su mano hacia el fuego.

—Hice todo lo que pude para protegerlos se todos, quería protegerlos a todos... pero no pude... Ese es mi pecado y por eso no puedo caer otra vez. —la llama se desvaneció justo antes de tocar al rubio dejando a todos desconcertados.

Por unos segundos volvieron a hablar y de un momento a otro el anciano se abalanzó a este para abrazarlo entre lágrimas y dándose por vencido, regalándole la victoria al de orbes verde.

La siguiente pelea sería Ángel contra Goretti, la de parche se encontraba tranquila pues tenía en cuenta la fuerza que tenía y lo sencillo que sería derrotar al águila, mientras este se veía distraído pues la cicatriz de su espalda había comenzado a doler bastante.

Comenzó a mirar hacia todos lados para prevenir el infortunio o captar el peligro, pero no había nada a la vista y aun no podía localizar a la chica de cabellos rojizos. Sus pensamientos se interrumpieron pues salió volando contra el suelo después de un golpe al rostro que le propinó la peli blanca.

—La pelea inició hace 1 minuto, sal de tu burbuja pajarraco. —bromeo la menor acercándose al de cabellos azabache.

—Algo se acerca... —le susurró y esta se quedó estática un momento y asintió.