𓈈Capítulo 4𓈈

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La pelirroja empezó a moler en el mortero un par de hierbas y especias mientras hablaba de otras cosas con el hada, aunque éste se encontraba muy asustado pues solo miraba la daga que estaba en el escritorio; cuando término con las especias y hierbas se acercó al armario que tenía un candado y con solo pasar su mano frente a la cadena esta se abrió. Saco un par de bolsas de tela con una etiqueta que el de mechones no alcanzaba a leer pues la mano de la contraria los tapaba; abrió las bolsas y saco un mechón de cabello de cada uno de estos dejando pasmado al hada.

_¿Eso es cabello real? -pregunto el hada conmocionado.

_Asies, es un mechón tuyo y uno mío. Ahora te explicó para que los necesitamos. -mencionó colocando los mechones en el mortero.

_Me pregunto otra cosa en realidad. -mencionó tratando de hacer memoria de cuando le corto el cabello la pelirroja.

Ya triturados y juntos los cabellos con las hierbas, la pelirroja vacío el contenido de estos en un cuenco de madera y le agregó 2 líquidos diferentes, comenzó a revólver estos y luego se llevó el cuenco a una botella llena de agua y allí lo vacío para luego cerrar la botella con un corcho y darsela al hada.

_Agita esto por favor.-dijo la pelirroja mientras buscaba otros brebajes.

_Pues ya que. -mencionó el de mechones agitando la botella.

La pelirroja le quito la botella y la abrió, tomó una botella de color azul obscuro y con un gotero paso un poco del contenido de este a la botella recién preparada, hizo lo mismo con un frasco con líquido morado y uno con líquido amarillo brillante para luego volver a agitarla. La pelirroja tomó 2 copas de cristal y vacío el contenido de la botella en estás dejando ver un líquido obscuro y nada apetitoso, Alhelí tomó las copas, las alzó un poco mientras cerraba sus ojos, su anillo comenzo a desprender un brillo al mismo tiempo que el líquido de las copas comenzaba a tornarse de un color azul brillante. Cuando el anillo dejó de brillar al igual que las copas, la pelirroja abrió sus ojos y dejó las copas en el escritorio mientras tomaba un poco de agua.

_Alkimir es de mis poderes favoritos. -habló alucinado el hada.- puedes crear cualquier cosa y poder a pesar de que no sea al igual que el original.

_Es bueno excepto a la hora de una pelea, porque tienes que analizar rápidamente a tu objetivo y luego decidir cuál pócima es la adecuada, si es que la llevas contigo y puedes tomarla mientras esquivas los ataques y esperas a que haga efecto. -mencionó guardando las cosas había en el escritorio excepto la daga y las copas. - Adoro mi poder mágico, pero gracias a este soy excluida de muchas batallas o considerada débil.

_Aun así tienes un tesoro sagrado, para el combate cuerpo a cuerpo es excelente, además, no eres débil. Tu inteligencia es superior al del resto de mortales y tu habilidad con Alkimir te vuelve peligrosa. -mencionó acostado sobre sus brazos en el escritorio.

_ Quizás, pero en cuestión de agilidad llegó a ser inferior a ustedes y de fuerza, a menos que tome una pócima. - suspiro.

_ Debes confiar más en ti...- mencionó mirando las copas hasta que recordó que eso contenía su cabello. -Oye ¿cuando me quitaste un mechón de cabello?

_Cuando llegaste con Elizabeth, siempre tomó mechones de cabello de la gente por si algún día se necesitan. -mencionó la pelirroja restándole importancia.

_¿Tenemos que beber esto? -dijo reincorporandose.

_Asies, debemos beberla a la vez que nos damos la mano. -hablo la pelirroja mientras caminaba hacia el y este estiró su mano. - pero tu mano debe tener tu sangre. -dijo con una sonrisa la pelirroja sacando la daga.

_Ni te me acerques con eso en la mano, ¿para que mi sangre? Esa cosa ya tiene parte de mí.-hablo el azabache flotando en el techo lejos de la portadora de los ojos pistache.

𝙿𝙴𝙲𝙰𝙳𝙾𝚂 𝙼𝙾𝚁𝚃𝙰𝙻𝙴𝚂 (Nanatsu No Taizai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora