Falling in love - JiCheol [LEMON]

«24»

My past and my reality

(Seis y siete años)

—Creo que tenemos nuevos vecinos —comentó la madre de JiHoon desde el gran jardín de su casa donde pasaba el rato con su único hijo de tan solo seis años.

El pequeño sentado cerca a su madre en el césped recién cortado por los jardineros, jugaba con algunas pistas de carreras que su padre le había regalado por su cumpleaños cuando la voz de la mujer que le dio la vida lo sorprendió informando del camión de mudanzas que acababa de llegar al vecindario justo en la casa frente a la suya. Por un rato el pequeño niño observo curioso la actividad de los que parecían ser sus nuevos vecinos: una pareja de al menos treinta años y un niño un poco más grande que él.

Pasaron algunos minutos en los que JiHoon dejó de jugar con sus juguetes para prestarle completa atención a la familia de en frente descargando los muebles y pertenencias mientras el niño correteaba en los jardines de su nueva casa.

—Cariño, espérame un momento, iré por más limonada —la mujer se paró dejando solo al pequeño quien aprovechó la oportunidad para rápidamente ir corriendo hasta la casa de enfrente inseguro de lo que realmente iba a hacer.

Usando el camión de mudanzas como escondite logró ver de cerca al niño que había llegado con la pareja jugando en el jardín con un balón, era lindo, de orejas grandes, ojos llamativos y brillantes, y al parecer amigable también, pero su timidez era demaciada como para acercarse a hablar. Se llevó un buen susto cuando vio rodar hasta sus pies el balón con el que el azabache estaba jugando y segundos después, antes de que él pudiera mover ni un solo musculo ya lo tenía en frente recogiendo su juguete.

—Hola —saludó el dueño de la pelota con una linda sonrisa en el rostro—, me llamo Choi SeungCheol ¿cómo te llamas?

—Ji... Lee JiHoon —logró articular, aunque tartamudeando un poco al principio.

A JiHoon siempre le había costado trabajo socializar, en el colegio solo tenía un amigo que era igual o peor que él. Lee SeokMin se había convertido en el único chico con el que hablaba con tranquilidad en el colegio y también su único amiguito en el vecindario.

—Lindo nombre —afirmó el chico con un habla completamente fluida, nada que ver con la suya que aún le costaba trabajo pronunciar algunas palabras y por eso su padre le pagaba esas caras clases con una señora rara que lo ponía a hacer ejercicios con la voz para que según ella no volviera a cometer errores al hablar—. ¿Cuántos años tienes, JiHoon?.

—Seis —mostró su manita abierta y un dedo más a su lado haciendo la cantidad de años que tenía.

—Genial, entonces yo soy tu Hyung. Yo tengo siete —dijo emocionado—. Desde ahora serás mi amigo, ven quiero mostrarte mi nueva habitación —dicho esto tomó de la mano al pequeño arrastrándolo hasta a dentro.

JiHoon no dijo nada, simplemente se dejó arrastrar hasta la habitación del chico completamente sonriente porque por fin había conseguido un amigo por su cuenta.

Las personalidades de los dos chicos eran tan diferentes, SeungCheol era alegre y extrovertido al punto de algunas veces llegar a ser hiperactivo mientras JiHoon era tímido, callado y reservado, tan calmado e introvertido que asustaba en ocasiones. Esas diferencias tan abismales eran las que habían hecho que entre ellos comenzara a formarse una linda amistad.

Tres años más tarde.

Hacía poco tiempo la madre del menor había comenzado a trabajar en una agencia de modelaje como instructora para las nuevas aprendices debido a que ella antes de tener a JiHoon había sido modelo, llegando a trabajar para grandes y reconocidas marcas.