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El viejo sillón en la cabaña del viñedo.


-Cuando dijiste que de una vez por todas iríamos a por la locura no pensé que sería aquí específicamente -se quejó el azabache. Sus manos cruzadas sobre su pecho demostraban la molestia que la situación le causaba.

-SeungCheol, solo será este fin de semana. Ya tranquilízate, todo estará bien -intentó calmar al mayor quien permanecía dentro del auto sin dar señal de ceder pronto.

-No, JiHoon, no lo entiendes. Todo esto me tomó por sorpresa, debiste decirme a donde veníamos, debí prepararme para esto y ahora cuando pasemos por esa puerta no voy a ser capaz de mentirle a mis padres sobre nuestra relación y quedará al descubierto que la primera vez que te traje aquí no éramos nada, me van a juzgar, me van a interrogar ¿Entiendes? -escupió las palabras furioso y aun así JiHoon mantuvo la calma todo el tiempo.

Había pensado en darle la sorpresa, creyó que sería un lindo gesto teniendo en cuenta que el mayor llevaba casi un año sin ver a sus padres y solo recibiendo las esporádicas llamadas de su madre preocupada. Ahora que veía su reacción entendió que tal vez no fue tan buena idea subirlo al auto sin decirle a donde iban.

-Pues entonces no hables, lo que sea que ellos pregunten seré yo el que les responda -sus palabras ayudaron a aligerar un poco el ambiente y el gesto de SeungCheol se relajó lo suficiente para que JiHoon pudiese volver a hablar.

-No entiendo por qué tantas ganas de ir corriendo con mis padres.

-Ya lo verás, ellos tienen que ser parte de esto.

SeungCheol tenía cientos de preguntas más, quería entender qué pasaba en la cabeza de su novio para actuar así. Él siempre lo había apoyado en sus locuras sin chistar, pero esta vez por más que quiso apoyarlo igual no pudo callar su molestia. Terminó dándose por vencido y el resto del camino fue él quien durmió hasta llegar a casa de sus viejos, durmió y soñó con él sosteniendo un bulto de mantas como si fuese un frágil bebé; en su sueño le cantaba y acariciaba la cara del supuesto bebé y aunque no tenía oportunidad de verle el rostro en ningún momento sabía que era tan hermoso que le llenaba el corazón de un regocijo y un amor tan inmenso, uno que sólo sentiría si ese bebé fuese suyo.

Al llegar, se despertó desorientado, JiHoon le acariciaba el cabello y le hablaba al oído suavemente anunciando que ya habían llegado, la luz dio en sus ojos al abrirlos y como reflejo los apretó un poco buscando acostumbrarse.

-Dormiste todo el camino... -comentó el menor con una sonrisa.

-Estaba cansado -contestó somnoliento.

-Lo sé, pero está bien, descansaste antes de llegar. Vamos, tus papás sacaron las maletas del auto y nos esperan adentro.

SeungCheol simplemente se quitó el cinturón de seguridad y antes de salir besó cortamente los labios del rubio dándole a entender que no estaba enojado, JiHoon comprendió y aceptó el gesto con una sonrisa.

[***]

Los padres de SeungCheol habían hecho más preguntas que la última vez, si antes querían saber cómo había comenzado todo, ahora se la habían pasado preguntando sobre el futuro, planes y deseos de los dos. Fue agotador, pero al final del día los cuatro estaban felices sentados a la mesa comiendo la deliciosa cena que la señora Choi había preparado para ellos.

La velada transcurrió tranquila y sin más, terminó con ellos dando un paseo por los viñedos. Ya era tarde, no había trabajadores y los señores Choi habían decidido irse a dormir después de terminar de cenar para dejarlos solos, decisión que JiHoon agradeció infinitamente pues después de mucho meditarlo el día entero entendió que debía hacer esto con SeungCheol y sin presencia de terceros. Después de mucho caminar llegaron a la vieja cabaña de detrás de los viñedos, allí donde SeungCheol lo había llevado la primera vez que estuvieron en casa de sus suegros.

Falling in love - JiCheol [LEMON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora