❀ · KomaHina - KamuKoma || one-shots · ❀

• ¡Feliz Halloween! •

Situación: La historia tiene lugar al comienzo de SDR2, justo después de que el juego de matanzas mutuas sea anunciado por Monokuma. No obstante, ¿qué pasaría si este les ofreciese otra forma de escapar? ¿Y si en lugar de tener que matar a sus compañeros, pudiesen enfrentarse a sus propios miedos? Parece sencillo, ¿no es así? Solo has de seguir algunas reglas y de sobrevivir a lo que tu mente te plantea, solo será cuestión de aguantar unos días en la isla. ¿Quiénes decidirán plantarle cara a los secretos más oscuros situados en lo más profundo se su mente? Aquellos que hacen que lleves las manos a tu cabeza conforme mueves esta de un lado a otro, intentando así que se disipen dejando todo en silencio; en pura tranquilidad. Y por el contrario, ¿quiénes preferirán ceñirse al plan original? ¿Huh? ¿Acaso es más fácil decidir cuando careces de opciones?

Nota: ¡Muy buenos días, tardes o noches a todos! Siento que haya pasado tanto tiempo desde la última actualización. Esta vez os traigo un especial de Halloween que escribí para dicha fecha. Lamento decir que no trata de KomaHina ni de KamuKoma (solo hay una muy leve referencia al final), pero realmente quería compartir este one-shot y frente a la idea de crear un nuevo proyecto con esa única finalidad, he considerado que será mejor dejarla por aquí. ¡Espero que os guste!

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Dorada arena perfectamente alineada, aun siendo cada uno de los granos de esta únicos y desiguales, junto a un mar cristalino que te permite ver el fondo con el simple esfuerzo de dirigir la mirada hacia el mismo. ¿Acaso no es agradable imaginar el sonido de las olas impactar con las piedras al llegar a la orilla? Una alegre melodía que suena en mitad de un silencio absoluto que podría representar tranquilidad, libertad y esperanza... Incluso si en aquellos momentos pudiese ser catalogado como tétrico. Un sonido realmente desesperanzador que no hacía más que brindar tensión a la situación. El previamente azul cielo se había tornado grisáceo, como si el sol buscase refugio ante la posible catástrofe que podría tener lugar a continuación. Las palmeras se movían de un lado a otro, mientras los alumnos que minutos atrás se habían adentrado en el mar parecían salir de este a una velocidad vertiginosa con tal de volver a ponerse las prendas de ropa que previamente llevaban, pues el clima ya no parecía ser el adecuado para llevar a cabo la actividad que su recientemente conocida profesora, Usami, les había recomendado como inicio del viaje escolar. Una simple excursión para mejorar los vínculos y relaciones entre ellos... ¿Sería eso posible? Después de todo, no parecían conocerse entre ellos ni tener recuerdos acerca de un pasado curso escolar.Una risa se hizo sonar entre la confusión de todos los allí presentes cuyas miradas fueron a parar a un oso de peluche, quien se presentó bajo el nombre de Monokuma y con el supuesto cargo de director. Ante la notable perplejidad de los dieciséis estudiantes, quienes ya se hallaban agrupados alrededor de él, comenzó a hablar ignorando algunos comentarios que cuestionaban su papel en aquella situación, así como el porqué de su apariencia y gritos sin motivos aparentes.Su discurso no fue muy extenso, pues lo que mayor importancia tenía no era la duración de este; sino la información que contenía. El director les había comunicado que en aquella tan aparentemente pacífica isla se llevaría a cabo un juego de matanzas en el que ellos serían los protagonistas y que este sería el único método válido para escapar; por lo que si verdaderamente querían marcharse de allí, no tendrían más remedio que cometer tal atrocidad.Todos enmudecieron, a excepción de algunos murmuros que escapaban de las bocas de algunos. No mucho más tarde comenzaron a llegar quejas y preguntas que, lejos de ser formuladas de forma serena, exigían una respuesta inmediata. Monokuma solo rió, reafirmando lo previamente dicho y añadiendo cómo se llevarían acabo los asesinatos. Explicó las reglas de los mismos; cómo tendrían lugar, qué habría que hacer para salir de allí sin ser ejecutado... Así como el hecho de que no importaría el método con tal de que haya una víctima y que el asesino no sea descubierto. Asfixia, apuñalamiento, envenenamiento, estrangulamiento, desmembramiento, electrocución, degollamiento, calcinación, congelación, ahogamiento, atropellamiento, explosión, fusilamiento, aplastamiento... Todas eran opciones válidas en aquella grotesca situación.