• Feria • (Navidad)

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Ship: KomaHina

Situación: Navidad

N/A: He encontrado este pequeño drabble del año pasado, así que lo dejo por aquí. ¡Espero que os guste! Y una vez más... ¡Feliz Navidad!

[• • •]

“Recordaba haber visto un oso similar muchos años antes. En aquel entonces él solo era un niño que había salido a dar un paseo con sus padres en Navidad...”

Las calles estaban decoradas con preciosos adornos, todas llenas de luces, personas corriendo de un lado a otro buscando poder adquirir todo lo necesario para esas fechas en el último momento, gente cantando villancicos... Aquel entorno era verdaderamente agradable.

–¡Mamá! ¡Vayamos al tiovivo! –dijo el niño mostrando una gran sonrisa.

–Está bien –suspiró ella devolviéndosela mientras se acercaban a la pequeña atracción que habían puesto debido a la festividad.

Nagito se aferraba al caballo en el que se encontraba para evitar caerse mientras sus padres lo observaban con una notable alegría. Cuando el tiovivo se detuvo y se bajó de este, pudo apreciar un pequeño papel de color rojizo que yacía en el suelo. Antes de agacharse a recogerlo lo miró atentamente, ya que su madre le había dicho un gran número de veces que no cogiese cosas del suelo.

–Vale por una jugada en la caseta número 12 –leyó mientras se agachaba para así sujetarlo.

–¿Qué es eso? ¿No te he dicho varias veces que no toques la basura que hay en el suelo?-lo riñó su madre cruzándose de brazos.

–Es una jugada gratis allí –el de ahora cabellos blanquecinos señaló la caseta que se encontraba justo enfrente. En ella había un gran número de peluches esperando ser recogidos por la persona que consiguiese una puntación perfecta en un juego de tirar latas; básicamente, debía apuntar a estas con una pelota y derribarlas.

–De acuerdo, puedes probar –intervino su padre– Después de todo parece que has tenido buena suerte al encontrarlo, ¡a ver si tienes la misma a la hora de jugar!

–Luego has de asegurarte de lavarte bien las manos –dijo su madre con un cálido tono de voz.

Minutos más tarde, los tres se encontraban emprendiendo su camino de vuelta a casa. El señor y señora Komaeda iban cargados con bolsas repletas de comida para la cena de Navidad y un gran número de regalos, mientras que su hijo, sonriente, llevaba en brazos un oso de peluche casi tan grande como él.

–Qué, ¿lo has pasado bien? –inquirió su padre.

–¡Sí! ¡Estoy deseando que el año que viene vuelva a ser Navidad para regresar aquí!

Todos rieron para así regresar a su hogar y disfrutar de una bonita cena en familia. Lo que ninguno de ellos sospechaba era que, desgraciadamente, esa sería la última Navidad que Nagito pasaría junto a sus padres.

[• • •]

–¿Komaeda? –se detuvo Hajime mirando de reojo al mencionado, que mantenía la mirada perdida en algún punto de la calle por la que se encontraban paseando.

–Ah, lo lamento Hinata-kun –se giró hacia él– Me había perdido en mis pensamientos.

–¿Puedo preguntar acerca de ellos?

–Solo son algunos recuerdos de unas Navidades atrás –sonrió– No tiene importancia viniendo de una basura como yo.

–¿Cuántas veces he de decirte que no eres una basura y que no has de tratarte como tal? –suspiró el castaño– Si necesitas hablar de ello, sabes que puedes confiar en mí.

–Lo sé, gracias Hinata-kun –sonrió elevando la mirada hacia el cielo– Pero los fuegos artificiales como celebración de estas fiestas están a punto de comenzar, debemos darnos prisa –dijo agarrando su mano para así comenzar a caminar de nuevo.

Tiempo más tarde ambos se encontraban contemplando todas esas luces que iban estallando en el cielo mostrando así un hermoso espectáculo de diversas formas y colores. Pronto comenzaron a aumentar para así llegar a un maravilloso final que terminó con los aplausos de todas las personas que se encontraban allí reunidas.

–¿No es asombroso ver la esperanza de todas las personas al contemplar esto? Dejan a un lado todo aquello que les causa desesperación para así centrarse en el presente, en lo que tienen a su alrededor... Mostrando así la esperanza que tienen en que el próximo año pueda ser mucho mejor –susurró– Lo que me recuerda, Hinata-kun –se puso en pie– Tengo que comprar algo antes de que cierren las tiendas.

–¿Todavía no has comprado los regalos de Navidad? –preguntó preocupado, ya que al día siguiente todos habían acordado quedar para celebrar juntos estas fiestas.

–Los tengo comprados desde hace tiempo, ¡alguien con una suerte como la mía no se arriesgaría a dejar todo eso para el último segundo! Y no te preocupes, los tuyos son los primeros que compré; tanto para Navidad como para el primer día de Enero.

–Komaeda... ¡dijimos que no habría regalos de Año Nuevo! –se levantó algo molesto quedando al lado de Nagito.

–No es por año nuevo, ¿acaso no recuerdas ni tu propio cumpleaños? –Hajime quedó en silencio y desvió la mirada– He de comprar el postre para la comida de mañana, quedamos que llevaríamos algo Tsumiki-san y yo –volvió a sonreír mientras se acercaba al rostro del castaño.

–Komaeda...-lo volvió a mirar fijamente a los ojos.

–Puedes esperar aquí si quieres, no tardaré –susurró antes de darle un golpecito en la nariz con el dedo índice antes de retirarse dejando a Hinata algo sonrojado y molesto.

Hajime decidió esperarlo en la puerta del supermercado. Durante esos minutos contemplaba todas las decoraciones que habían sido colocadas en ese área, así como las casetas de minijuegos que habían instalado. "Puede que esa le llame la atención a Komaeda", pensó acercándose a una de ellas en las que debías derribar unas latas de Dr.Hopper con una pelota. Compró un papel para poder participar y regresó a esperar a Nagito, quien no tardó mucho más en salir.

–Perdón por hacerte esperar, había mucha gente –se disculpó.

–No importa, ven –lo tomó de la mano para así acercarse a la caseta en la que había estado anteriormente.

–¿Eh? –musitó al ver el papel que le entregó Hajime.

–Buena suerte –rió este, a lo que Nagito sonrió con un pequeño ápice de nostalgia. Le mostró el papel al encargado, quien le entregó una pelota. Apuntó y la lanzó derribando todas las latas.

–Increíble... –susurraron al unísono Hajime y el señor, que automáticamente le preguntó cuál de los premios quería. Nagito señaló uno de los osos de peluche.

–Tu suerte nunca dejará de sorprenderme –suspiró Hajime mientas caminaban juntos hacia su casa, ya que Komaeda se había ofrecido a acompañarlo.

Tras llegar a la puerta de esta ambos se sonrieron mutuamente.

–Feliz Navidad, Hinata-kun –dijo Nagito entregándole el peluche haciendo que Hajime mostrase una amplia sonrisa. Sabía que no podría negarle el regalo, por lo que simplemente lo aceptó.

–Feliz Navidad, Komaeda.

❀ · KomaHina - KamuKoma || one-shots · ❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora