❀ · KomaHina - KamuKoma || one-shots · ❀

• Crimson red •

Ship: KamuKoma.

Situación: "Danganronpa Another Episode: Ultra Despair Girls".

Los preparativos del Neo World aún no han finalizado, por lo que tanto Kamukura como Komaeda pueden continuar viéndose en Ciudad Towa. Entre varias visitas y días juntos, llega una fecha que la mayoría de las personas catalogan como especial, aun si en plena desesperación las características de la misma parecen inexistentes. Nagito termina por sacar el tema de dicho evento reflejando el que sería su mayor deseo, aun si el contrario considera que se trata de algo absurdo y carente de sentido, lo que a su vez deriva en una conversación al respecto por parte de ambos. Después de todo, aun poseyendo todos los talentos existentes hasta el momento, el experimento no incluía ningún otro aspecto humano, como es el caso de los sentimientos. Aburrimiento. Ese es el único que conoce con total certeza, ¿cómo podría llegar a comprender otros en tal situación?

Canciones (recomendación): "Demons"; Jacob Lee.

N/A: ¡Feliz San Valentín! (¡Adelantado!) Como no sé si al final podé subirlo el miércoles, ¡por aquí lo dejo! Espero que os guste. ♡

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El Sirviente deja escapar un pesado suspiro tras cruzarse de brazos y desviar su mirada, la cual previamente se hallaba fija en los escombros que en algún momento llegaron a ser conocidos como Towa Hills, para a continuación posarla en el suelo. Reconoce aquel lugar como el refugio de los Guerreros de la Esperanza, así como de su persona. ¿Quién podría haber pensado que todo terminaría de aquella forma? Diversas incógnitas respecto a lo sucedido aún se mantenían presentes en su cabeza llegando al punto de causar dolores de la misma, así como preguntas acerca de la esperanza que había depositado en ayudar a Monaca a convertirse en La Segunda, aunque a medida que el tiempo pasaba esta parecía mostrarse más y más reacia a tal propuesta. La menor ha perdido total interés en ser partícipe de tal evento, lo cual despierta cierta preocupación en el albino. Es consciente del desinterés de la misma, pero considera que la desesperación que poco a poco había comenzado a manifestarse solo puede derivar en que la peliverde termine por aceptar... ¿No? En verdad ha comenzado a dudar, pues la indiferencia que denota al escucharlo hablar de la esperanza y de la desesperación le hace darse cuenta de que ha de buscar otros medios, mas todas las ideas que hacen acto de presencia en su mente no parecen llevarlo a ninguna parte. Este es el motivo de su presencia en aquel lugar. Diversas imágenes acuden a su mente: batidos prácticamente incomestibles, garabatos plasmados en su rostro, porciones de tarta que habían pasado a formar parte del mismo... Niega levemente con la cabeza tratando de dejarlas a un lado para así centrarse en verdadero asunto relevante en estos momentos. No tarda en escuchar unos pasos, los cuales provocan que una calmada, cálida y pequeña sonrisa se forme en su gesto antes de girarse.

-Vaya... Por unos segundos realmente había pensado que no vendrías hoy.

Sus grisáceos ojos se posan en los rojizos orbes, cuya mirada no parece reflejar nada más que lo exterior, siendo esto los cimientos situados entre ambos. Carentes de vida, pero al mismo tiempo llenos de esta. Por más que tratase de descifrar los pensamientos que se esconden detrás de ellos parece incapaz de hacerlo. ¿Aburrimiento? Sin lugar a dudas, esa es la única emoción que puede presenciar en estos. El albino frunce levemente el ceño, repitiéndose a sí mismo que el origen de esa conclusión se debe al propio sujeto que la posee, quien en cada uno de sus encuentros había repetido aquella frase en más de una ocasión. Sabe que el contrario no es una persona de muchas palabras, mas le gustaría conocer más acerca de él; de la Esperanza Definitiva. ¿Qué es lo que le provocaba dicho sentimiento, exactamente? Él mismo ha sido testigo de gran parte de los eventos más sobrecogedores, funestos y exasperantes que la vida puede ofrecerle a un ser humano; después de todo, no podía dejar a un lado el pensamiento de que todo aquello es debido a su persona, viéndose como alguien incapaz de aportar algo valioso a la vida misma. Alguien que nunca debió existir en primer lugar, un ser cuya mala suerte afectaría a cualquiera que se acercase a él. No obstante, no puede evitar cuestionarse cuáles son los motivos de la persona que ahora lo observa inmóvil, a pesar de experimentar aquel desasosiego. Podría darse la vuelta e incluso no haberse acercado a paso lento a Nagito, mas ese no había sido el caso. Incluso ahora, le resultaría sencillo seguir otro camino y darle la espalda, permitiendo que este último observase aquella oscura cabellera sin opción de verla de nuevo... Sin embargo, sabe que no va a ser así, pues cualquiera de estas decisiones podría haber sido tomada meses atrás, desde el día que lo obligaron a ser el Sirviente a cambio de seguir con vida, desde el momento en el que puso un pie en Ciudad Towa; desde aquel instante en el que el gris se unió con el rojo.