Parte Trece

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- ¡¿Adivina quién soy?!- Unas delicadas manos taparon los ojos de Eva y un perfume primaveral invadió su nariz.

- ¡CARINA! -Se giró y apretó con fuerza a su mejor amiga... Era de esos momentos en que la necesitaba, ella era su confidente y su familia. Hundió la cabeza en su cuello y la abrazó más fuerte. -Cari... Cari.

-Ya, ya... Ni que no me vieras hace años. -Su amiga la separó y besó sus mejillas. Fue tan feliz de ver a la curvilínea y amable castaña, con esos ojos verdes penetrantes, que los suyos se llenaron de lágrimas. -Oh, Eva. No llores, hermanita. -Siempre se habían dicho así. Eva le sonrió. -Así está mejor. Venga, vamos a afuera que necesitamos privacidad.

Eva tomó la mano de su mejor amiga y se disponían a salir del comedor cuando Nathan se acercó rápidamente a ella y le abrazó por la cintura. Carina rodó los ojos e hizo una mueca de molestia. En palabras de su mejor amiga, Nathan era un psicótico acosador.

- ¿A dónde vas, linda?

-Iremos a caminar un rato por los jardines. -Dijo rápidamente Carina fulminando con la mirada a Nathan.

-Emm. -Él se rascó la cabeza, incómodo. -Ya casi es hora de servir el almuerzo... Y tú no comiste bien, amor.

-Nathan, solo quiero pasar un rato con mi amiga... No me tardó, llegaremos a tiempo. -Carina le sonrió con satisfacción mientras preparaba uno de sus tantos comentarios mordaces. Eva se apresuró, se soltó de Nathan y sacó a su amiga antes de que empezara una discusión con su prometido. -Nos vemos luego. -Él suspiró y levantó ambas cejas.

-Está bien.

Las chicas salieron con paso enérgico hacía los jardines del hotel. Cuando se alejaron lo suficiente ambas se sonrieron y se volvieron a abrazar.

-Tu prometido es un fastidio.

-Lo sé... No te soporta. -Carina soltó una risita.

-El sentimiento es mutuo... En cambio a David... -Eva sonrió con tristeza. -Él si es encantador, además que hoy estaba guapísimo.

-Lo sé. -Eva pasó saliva.

-Entonces ¿a qué esperas? Aun no entiendo que traes en la cabeza para que estés a punto de casarte con el lunático ese... Eve, mi vida ¡piensa! -Carina se golpeó la cabeza enfáticamente con su dedo índice. -Vas a botar tu vida a la basura. No lo amas, nunca lo amarás, ese tipo es... ¡Insufrible!

-Sabes que tengo que hacerlo, Cari... Mi padre...

-Tu padre te lo ha advertido y te tiene amenazada con Letitia... Ya lo sé. -Carina le interrumpió. - ¿Hasta cuándo le seguirás obedeciendo en todo? Ya eres una mujer adulta. Tienes que hacer tu vida como tú quieras, no como tu padre disponga.

-No puedo ser tan egoísta. -Musitó.

- ¿Y Jack sí? Créeme, estás dejando que te traten como una mercancía. Nena, piénsalo bien. Estás dejando ir a David... No creo que él se aguante más está situación.

-Pero... él me ama. -Dijo ella al borde de las lágrimas. La simple idea de que él la dejara la mataba.

-Sí, pero él también te necesita, y merece cosas mejores que ser el segundo plato.

-Él siempre será el primero, Cari.

-Pero solo en la habitación. Ante los ojos del mundo, no es nadie... ¿Qué harías si él se buscase a otra? No tendría ningún obstáculo... -Los ojos le ardieron y su corazón se oprimió más.

Atrapando al Padrino (EPDLB I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora