Atrapando al Padrino (EPDLB I)

Epílogo

-Yo Eva Carter, te acepto a ti...- Su mirada se encontró de nuevo con la de su único amor que de un momento a otro se movía hacía ella.

El resto paso de manera confusa... Como si hubiese sido en cámara rápida. David se armó de valor y empujó a Nathan para tomar a Eva y subirla a su hombro, como si no pesará nada. Ella no protestó, no podía asimilar lo que pasaba. Solo sintió como comenzó a moverse todo.

David salió corriendo desesperadamente hacía el único auto que estaba a la salida del jardín donde se llevaba a cabo la boda. Al fondo se escuchaban los gritos del padre de Eva y de Nathan.

La suerte de la mítica Irlanda les acompañó para que nadie les alcanzara. Demasiado tarde para los que les perseguían, una aturdida Eva miraba por la ventana como Nathan estaba a menos de un metro, mientras David le indicaba al hombre que estaba al volante que arrancará.

- ¡RÁPIDO! -Instó el castaño al chofer. - ¡ARRANCA! Ya sabes hacia dónde.

El hombre rubio arrancó el auto a toda velocidad justo a tiempo, solo se pudo sentir un golpe que Nathan le dio al auto y unos improperios. Tomó la mano de Eva.

-David... ¿Qué hiciste? -La joven expulsó el aire que tenía contenido mientras su cuerpo temblaba aún.

-Lo que debí hacer hace mucho tiempo... Tomar lo que es mío. -Acunó el rostro de Eva entre sus manos, miró sus grandes ojos negros y se acercó para besarla.

-Es una locura. -Musitó ella con sus labios sobre los de David. Él cortó con la poca distancia y la besó con anhelo, ternura y sobre todo alivio. -Dave ¿Qué hiciste, amor? -Repitió Eva nerviosamente. Estaba confundida, pero alegre. Ni en sus más descabellados sueños pudo pensar que algo así pasaría. David solo sonreía. -Dime que no es un sueño...

-No lo es, preciosa... Al fin tuve valor de hacer lo que quería. Yo... yo no podía dejar que te casaras. No te podía perder así. -Eva comenzó a reír, asimilando lo que acababa de pasar.

Se arrojó a sus brazos mientras chillaba como una niña pequeña. David también reía y besaba su rostro y su cabello mientras la intentaba sentar en su regazo...

Eva no lo podía creer aún... ¡David la había raptado! Como si fuera un caballero con armadura la había rescatado... Pero no todo era color de rosa.

- ¿Que vamos a hacer? -Su alegría se cortó. -Oh, Dios... David esto es una locura... No tenemos papeles, no tenemos nada. -David no dejaba de sonreír mientras observaba a Eva que estaba más que inquieta. - ¿Cómo vamos a volver a Inglaterra? ¿Qué vamos a hacer? ¿Que... -No pudo aguantar más y la calló con un suave beso.

-Shhh. -Le dijo al despegarse. -En el baúl del coche está tu maleta y todas tus cosas, al igual que las mías. -Sonrió con tranquilidad mientras Eva trataba de procesar las palabras.

- ¿Cómo? ¿Lo tenías todo planeado? -Ella estaba totalmente desconcertada.

-Lo decidí hasta hace poco. -Le señaló al hombre que manejaba. -Él es Martin, es un amigo que conocí en Estados Unidos... Ayer me fui de copas aparte de la despedida de soltero, me encontré con Martin y me dio la idea de robarte... El resto ya lo sabes. Digamos que él entró a tu habitación y extrajo tus pertenencias. -El hombre que manejaba el auto la miró por el retrovisor y pudo ver como con los ojos le sonreía.

-No fue complicado, las maletas ya estaban listas... Y tu amiga Carina nos fue de mucha ayuda. Sólo me aseguré de que estuviera todo lo necesario, aunque ella ya lo había hecho. -Dijo Martin y puso de nuevo la vista en el camino.