David la vio salir por la puerta y siguió cada uno de sus movimientos hasta que no estuvo fuera de su campo de visión. Nathan se había quedado también de pie mirándola. La ira le recorrió al ver la sonrisa dibujada en su cara. Se tomó otro momento y volvió a sentarse.
-No puedo creer que falta tan poco para que se convierta en mi mujer. -Meneó la cabeza, incrédulo y sonrío. -Aun no me creo que ella quiera pasar el resto de su vida conmigo.
"Y no lo creas, porque en verdad no quiere" La voz interna que era la única conocedora de sus secretos habló.
Nathan suspiró y levantó el rostro feliz hacia David.
- Estábamos en... Ahh, sí en lo de Charlotte. -Nathan bajó la voz hasta convertirla en un murmullo. -Es una buena mujer, y te haría bien salir con alguien en serio, David. Quizás con la esperanza de un matrimonio, una familia, no sé. 28 años es una edad para sentar cabeza. -Tomó un sorbo de su jugo y meneó la cabeza. -Tengo resaca, y debo estar bien para esta noche. -David asintió.
-Estoy de acuerdo. Esta noche tienes que aguantar el ritmo de la última fiesta.
-Entonces, ¿aceptas salir con ella?
-No es mi tipo. -Respondió rápidamente David tratando de sellar el tema. Su único tipo de mujer era Eva, no se conformaría con menos.
-Las mujeres son tu tipo. -Dijo Nathan sonriente.
-Eso sucedía cuando era un adolescente descarriado, ahora sé lo que busco en una mujer. -Dijo con demasiada fuerza.
- ¡Vaya! ¡Que profundo! -Su amigo rió y golpeó su espalda. -Árbol que nace torcido jamás su tronco endereza.
-Yo nunca fui así, y lo sabes. Solo no me iba a los extremos como tú. Tus relaciones siempre han sido rápidas e intensas. -Disparó David. -Siempre acosas y aceleras, yo no soy así. -Nathan abrió los ojos, y luego sonrió. David tenía ganas de borrarle la sonrisa de la cara.
-Mañana cambia eso. Por fin encontré a la mujer para mí. -David decidió cortar hasta ahí y probar su plato. -Y me ama. -Las palabras se enterraron en su ser, y las descartó con rapidez. Sabía que era mentira.
Su mente se enfocó en ella, en la noche anterior, en la mañana... ¿Dónde estaría su Eva? ¿Por qué habrá salido así del comedor? Estaba preocupado de que pudiese estar enojada con él, aunque no existiese motivo alguno.
Nathan siguió hablando con el resto de comensales en la mesa. Por un segundo levanto la cara y se encontró con la mirada de Charlotte. Ella era opuesta a Eva, era guapa, pero se veía... exagerada. Mucho maquillaje y muchos esfuerzos por realzar y sobresalir. Ante los ojos de cualquiera era más sexy que su chica, solo por mostrar más carne. Pero él, que la conocía bien, sabía de primera mano, que era la mujer más hermosa de todas. Recordó la noche anterior cuando la tuvo debajo de él, gimiendo y sonrió.
-Iré a dormir un rato. Esta noche será larga y necesito las energías. -Se puso en pie y Nathan le sonrió. -Nos vemos.
-Ve tranquilo, campeón. -Se despidió del resto con un movimiento de la mano. Charlotte le guiñó un ojo y él solo le ignoró.
Buscó en su pantalón su móvil. Buscó con desespero "Marc", el sobrenombre con el que tenía guardado el número de Eva. Timbró uno, dos, tres y contestó.
- ¿Qué quieres? -Sí, estaba enojada.
-Nena, ¿Por qué te fuiste así? -Ella suspiró. -Dime dónde estás, y ya mismo voy hasta allá. Aprovechemos que tenemos algo de tiempo para nosotros. -Pulsó el botón para llamar al ascensor que se abrió inmediatamente.
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Atrapando al Padrino (EPDLB I)
RomansaEva está por casarse con el hombre perfecto, querido por todos y admirado por su familia. Todos están emocionados con el casamiento más que la propia novia... porque en su cabeza, su futuro esposo es sólo un hermano, un amigo cercano... No aquel hom...