Parte Seis.

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Eva se despertó al sentir movimiento a los pies de la cama. Abrió los ojos mientras se estiraba. Las sabanas se deslizaron por su pecho.

- ¡Qué bonito despertar! -exclamó David mientras se metía la camisa dentro del pantalón. Eva se sonrojó y se cubrió con urgencia. -Así te tapes, te conozco ya y jamás podré olvidar a ese par de bellezas.

- ¡David! -Exclamó mientras él se reía con fuerza. Se acercó a ella y acarició sus mejillas.

-Buenos días. -Susurró antes de darle un corto beso. - ¿Cómo has dormido?

-Buenos días... Muy bien, tus brazos son cómodos... ¿Y tú?

-Excelente. -Sonrió de nuevo y besó la frente de su chica.

- ¿Qué hora es?

-Un poco más de las...- Miró el reloj que tenía en su muñeca. -ocho de la mañana.

- ¡¿QUE?!- Se levantó rápidamente y corrió hacía la ducha. David la miraba con una sonrisa en el rostro. -Ya tendría que estar lista para bajar y desayunar... Al igual que tú.

-Aún me falta ir a mi habitación y ducharme... aunque podría hacerlo aquí contigo. -Comenzó a desabotonar los botones de su camisa y su cinturón. -Me parece que es una excelente manera de ahorrar tiempo.

-Estás loco... Dije que teníamos que ir rápido, amor. -Eva sacó un vestido de su maleta. -Vístete Dave. -Él ya la esperaba en calzoncillos.

-Es una ducha... No te violaré. -Levantó las manos. -Además no me he bañado nunca contigo y no sé si alguna vez tenga oportunidad. -Su voz fue bajando conforme la frase acababa. Eva se giró para ver que la sonrisa y el buen humor se habían esfumado del rostro de David.

-Adentro. -Señaló la puerta del baño. Como un niño pequeño David sonrió y salió corriendo hacía la ducha. Ella entró y él estaba deliciosamente desnudo. -Me encantas. -Se acercó a él, y lo beso.

-Hey, hey, es solo una ducha. -Dijo él mientras sonreía sobre sus labios. -Vamos allá.

-Eres mucha tentación.

***

Después de la fiesta de compromiso, Eva había pasado demasiado tiempo con el padrino de su boda. David era invitado a todos los eventos que Nathan realizaba, tanto formales como informales. Cenas de negocios, eventos de preparativos de la boda, reuniones, almuerzos de fin de semana, siempre coincidía con David. Hablaban a ratos, pero ella sentía cierta tensión cuando hablaba con él. Se sonreían cortésmente, pero siempre había algo más cuando estrechaban sus manos y se besaban en las mejillas. David era inteligente, según lo poco que había hablado con él. Era un hombre trabajador que acababa de volver de Norteamérica. Estaba soltero y tenía la misma edad que Nathan.

Él al parecer la esquivaba desde esa noche donde se conocieron, evitaba quedarse a solas con ella, y cuando le dirigía la palabra lo hacía con al menos alguien alrededor. Una de las tantas noches de viernes en la que Nathan los había hecho pasar tiempo juntos, con la excusa de que "David es de mi familia y tienen que conocerse" cenaron y hablaron un buen rato.

Jack llamó a Nathan con urgencia respecto a un embarque que acababa de llegar a puerto y había problema con aduanas que solo podía resolver él personalmente. Tendría que viajar hasta Southampton esa misma noche, había mucho dinero en juego.

Nathan antes de salir corriendo como loco de su hogar, le encargó a su amigo que llevará a su prometida hasta su casa. David asintió, a pesar de que había estado bebiendo un poco más de la cuenta.

Atrapando al Padrino (EPDLB I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora