Narra leah
Mi madre esta llorando?, que pasa?, no entiendo nada!!!...
-Cariño despertaste-
-¿Qué me ha pasado?, ¿Dónde estoy?
-Te has drogado y has quedado en desmayo, pensé que ya las habías dejado-
Comienzo a llorar, no le puede decir que las deje porque no seria cierto, tampoco quiero dejarlas, me hacen sentir viva, feliz, me llevan a un lugar donde lo tengo todo.
-Perdoname mama-
-Te vamos a internar-
Lloro mas fuerte aun, no quiero internarme, eso es para locos.
-Perdon!!!!-
*entra el doctor*
-Que bueno que has despertado, ya nos estábamos preocupando-
-¿Cuándo podre irme a casa?-
Mama me interrumpió, se limpio las lagrimas y con tono brusco pero al mismo tiempo suave dijo:
-No lo haras, después que te recuperes del desayon, te llevaran directamente al hospital para que te internes…. – tomo un respiro y dijo – por drogadicción severa , Sophie podrá ir cuando quiera y cuando salgas todo será igual-
-¿Sophie sabe?-
*La puerta se abre de un portazo*
Mi mama saluda y sale de la habitación.
- Tarada! En que estabas pensando! Como puedes odiarte tanto!- me dijo gritando y llorando.
- Perdóname, no sabia lo que podía pasar-
- Eso es una gran mentira, esta es la tercera vez-
- Tu sabes lo que me pasa-
- Lose – me varazo y sentí las gotas caer sobre la bata dela clínica.
Entro la enfermera con el, porque viene el, no me hagan eso, llévenselo. No quiero que me vea asi,.
Cuando lo vi no calle el llanto.
-Sophie podrías salir- le dijo el a Sophie.
*Sophie sale de la habitación*
-Niña tonta, en que estabas pensando-
-Sr. Wenstly…..-
Senti que me abrazaba, sentí que lo hacia fuerte y que a mi me gustaba, me sentí a salvo cerca de el, , me sentía segura, el me hacia sentir mil sensaciones.
-Leah, quiero que sepas que simpre podras contra con esta familia, para lo que necesites-
-Gracias Sr. Wensly, me alegra saber eso, yo quiero mucho a Sophie-
-Creo que me ire, para que descanses- me dio un beso en la frente y se abrigo.
-Pete, creo que tu me …….-
-Leah no confundas las cosas, no debes hacerlo- salió de la sala.
Mi mente me decía que no debía llorar por el ni pensar en el, ni nada relacionado con el, el me había hecho daño, el me estaba quebrando.
Me quede dormida, el sedante entro por mi vena y empezó mi fantasia
*sueño*
-Nunca había conocido a alguien como tu- me dijo, los dos estábamos en la cama, desnudos pero al mismo tiempo tapados con las sabanas.
-Pete, este debe ser nuestro secreto, Sophie no se puede enterar- asintió y seguimos en lo nuestro.
-Me encanta cuando me tuteas- se acerco cada vez mas
-Pete, pete, pete, pete- me rei bajito.
-Leah despierta-
-¿Qué?-
-Que despiertes-
-Pero de que…. Mierda….-
-Cariño te estábamos esperando- Las maletas estaban en la puerta, yo encontré que era mucha ropa para un pequeño tiempo.
-Por cuanto voy a estar ahí-
-Hasta que ya no tengas el vicio-
Narra Sophie
Pobre leah, dije mirando mi pipa de agua, la hierba y el fosforo. No lo hare….o tal vez si….no nodebp. Tome la pipa de agua, me levante y la tire contra el suelo, pegue un fuerte grito, era mi culpa, todo era mi culpa, ella comenzó a consumir droga por mi culpa, tome la hierba y la queme entera y después por el retrete. Lo vidrios rotos del bong seguían ahí en el suelo, tome un vidrio y lo coloque cerca de mi brazo…estuve tan cerca.
-Joder, Sophie-
-Zack- llore y me arroje a sus brazos.
Me quito el vidrio que tenia el la mano y me sento en la cama.
-¿Qué hago yo si tu te quitas la vida?- me abrazo
-No se que hago- Lo pensé y la verdad no se trataba de que hace el sin mmi, sino que , que hago yo sin el. Lo amaba tanto, tanto. Gracias dios por haberlo puesto en mi camino.
-Desde cuando que lo consumes-
-Desde los 15, comenze sola y meti a Leah, ahora ella es adicta y esta internada-
-No te culpes, no hagas nada tonto, acuéstate y duerme un rato-
Sus manos me recostaron en la cama, el acosto en cucharita detrás y sentí su mano acariciándome el cabello, mis ojos se cerraban.
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An American Family
Ficção AdolescentePete es un tipico padre que no se da cuenta de los misterios de su famila, Cara esconde una segunda vida al igual que su hija Sophie. Los tres tienen algo en comun: Todos esconden un secreto, que lo puede cambiar todo..