Mystery | Riverdale

«catorce»

catorce: curious and mysterious

El Variety Show se acercaba, y yo lo odiaba. ¿Por qué? Porque en vez de quedarme en mi casa viendo películas de ciencia ficción, tenía que fotografiar a todos los participantes para luego publicar las fotos en el Azul y el Dorado.

Eran esos días en lo que debía de vaciar toda la memoria de mi cámara, y guardarlas en la computadora, y si me gustaban, las imprimía para pegarlas en la pared de mi cuarto.

Ollie ya había olvidado el día de horror que pasó en Thornill, pero yo no. Debí de haber acompañado a mi hermano por los cuartos para asegurarme de que no traume su pequeña cabeza —aunque está por cumplir catorce, sigue viéndose tan inocente como un niño de ocho. Ahora no paraba de cuestionarme si el señor Blossom era calvo o se estaba quedando sin cabello y por eso usaba pelucas.

Además, tampoco había olvidado el ver a Betty y Jughead en la habitación de Jason junto a una mujer de edad. Había llamado a Betty "Polly", y ha Polly toda la escuela la conocía como una River Vixen, pareja de Jason Blossom, el capitán de futbol americano, y además quien se había esfumado de Riverdale durante las vacaciones.

Tantas preguntas me hacía, y solo había una a la que yo podía saber la respuesta.

Ingreso al aula del Azul y el Dorado y me encuentro con Jughead y Betty ya en sus lugares.

— ¿Puedo saber que hacían en el cuarto de Jason Blossom? —Pregunto.

Betty me mira asombrada.

— ¿Tu nos...viste?

—Buscaba el baño junto a mi hermano, y él los vio.

Betty se acerca a mí y me muestra su teléfono, donde hay una imagen de una libreta donde está apunto el nombre "Las Hermanas de la Misericordia Silenciosa".

Rápidamente miro a Betty.

— ¿Quieres ser monja?

Jughead oculta en su cabeza entre sus brazos, y su cuerpo se agita, como si se estuviera riendo.

—No, Lee, aquí han llevado a mi hermana, y trato de saber por qué no me dejan verla.

— ¿Y por qué no te dejarían verla?

Betty gira hacia Jughead, y vuelve a verme. Aprieta sus labios y se encoge de hombros.

Curiosos y misterioso.

***

—Lincoln ¿¡Vas a participar!?

—Sí, ¿Por qué no?

—Pero...

—Pero... —alza sus cejas, insistiéndome en hablar.

—Pero tú no cantas —susurro.

Él sonríe—: Te la creíste.

Cubro mi cara con ambas manos. Ya me parecía chocante que se ponga a cantar en frente de todos los estudiantes. Lincoln es lindo y todo eso... ¿pero cantar? Si me hicieran elegir entre Archie y Lincoln; definitivamente escojo a Archie.

—Oye, Lee...

— ¿Qué? ¿Otra chiste? —pregunto divertida.

Vuelve a sonreír, pero no del todo.

— ¿Qué tanto conoces a Verónica?

Frunzo el ceño ante su pregunta. A Verónica no la conozco tanto, o bueno, no he llegado a hablar con ella mucho, solo me rio de lo que dice, porque me encanta su humor negro.