"오, 너 너무 밝아."
(Oh, eres demasiado brillante.)Entré por la puerta principal de la academia con mis audífonos puestos, como lo hacía a menudo. Imaginando un par de rutinas mientras escuchaba el compás de la música, dibujando en esa pequeña libreta un poco gastada y de color azul; garabatos que solamente yo podía entender. Cuando terminó de reproducirse la canción que estaba escuchando; me quité los auriculares y abrí la puerta del estudio en el cual impartía clases desde poco tiempo después de tomarme un descanso de las competencias de salón.
Básicamente mí pasión desde que tenía memoria.
Dejé mis cosas en la sala de descanso y llevando nada más que mi libreta en mano me puse en marcha abriendo la puerta de cristal. Cuando estuve dentro, las personas que estaban allí (la mayoría jóvenes, los cuales probablemente se sorprendieron al no ver un señor canoso con los zapatos bien lustrados y nítida vestimenta entrar por esa puerta, encontrándose a su vez a un veinteañero mal vestido con una postura envidiable) se apresuraron a ponerse en pie mientras yo caminaba hasta el centro de la habitación justo frente al espejo.
Se ensanchó mi sonrisa al ver a un chiquillo en medio de toda aquella personas; podía ver el brillo que tenía. Y lastimosamente casi podía escuchar su pequeño corazón latir con fuerza a causa de los nervios.
— Im Jae Bum, seré su instructor de baile de salón—Me presenté siendo lo más rápido y conciso posible mirándolo de reojo, riendo suavemente al ver cómo apartaba la mirada—, trabajen duro, cuidaré de ustedes.
Muchos de ellos se acercaron a saludar y otros se quedaron atrás de la habitación hablando entre ellos. Sonreí de inmediato al ver cada una de sus caras, que por alguna razón, me hacían recordar a mi mismo cuando no tenía ni la mínima idea de como dirigir un baile o tan siquiera hacer una variación.
— Demasiado joven para estar asustado.— Dije en voz baja y la pequeña cabeza preocupada de el único que se hallaba en la primera fila asintió con los ojos bien abiertos, dándose cuenta que podía notar a leguas su cara poco cómoda y sus hombros tensos desde donde estaba de pie observando a todos en panorámica. Camine hasta el, fueron tan solo dos pasos para quedar a su lado. Le sonreí bajando hasta su altura y el me miro fijamente, finalmente sonriendo cuando revolví su cabello: — No hay razón para ello, así que diviértete Sungjae-ah
Unos minutos después de ello, ya habían empezado a calentar apropiadamente. Camino alrededor supervisando que todo fuese viento en popa, y comenzó a calentar por el mismo al ver que todos estaban en lo suyo. Jaebum se despojo de su sudadera por encima de su cabeza casualmente y al parecer todos aquellos ojos novatos los cuales deberían estar haciendo sus estiramientos se encontraban mirándolo. Bueno, era algo difícil de evitar; su profesor, además de ser un profesional en la danza también podía estar orgulloso de tener un buen cuerpo. Si eso suponían después de ver ligeramente y por accidente parte de su abdomen.
¿Como se supone que luciría sin esa camiseta?
El se rió al ver que las jovencitas evitaban su clara mirada de: "Te atrape." decidiendo en ese mismo instante salir de la sala por el resto del calentamiento para no seguir llamando la atención de sobremanera y distraerlos de su principal objetivo.
-Regreso enseguida, sigan con lo que explique hasta que vuelva.- Y exactamente así se dirigió a la sala de descanso para cambiar su ropa a algo mucho más cómodo y no se molestó en quedarse con su camiseta ya que empezaba a traspirar. El verano estaba siendo molestamente bochornoso y se podía notar a pesar del aire acondicionado del lugar. Se secó el cuello con ésta misma y la colgó sobre su hombro mientras caminaba hasta el casillero que guardaba sus pertenencias, encontrándose con un gracioso obstáculo frente a su aposento. Una chica.
Abrochaba sus zapatos de baile tranquilamente así que en vez de molestarla, decidí esperar a que terminara. Pero al parecer mi presencia pareció asustarla ya que levantó la cabeza de una forma brusca la cuál me preocupó; podría haberse lastimado el cuello después de eso.
Se sostuvo el pecho asustada y con el cabello revuelto me miró anonadada y dijo:
-¿Acaso estás loco?-Me señaló y negó con la cabeza en mi dirección, enarqué una ceja. Absorto ante su reacción exagerada.- No debería mirar así a la gente, es atemorizante, pude haber muerto de un ataque al corazón.
-¿Disculpa?-Pregunté incrédulo, un poco molesto por la actitud de aquella chica sobre sus mayores porque obviamente podía notar su juventud. Sus rosadas mejillas y su piel tan abrillantada la delataban.- Creo que tenemos un pequeño malentendido señorita.
-¿Malentendido?.-Estuve por reír de nuevo pero ella de verdad parecía confundida. Así que sintiéndome raramente necesitado explicar mis intenciones, lo hice:
- Esta usted bloqueando mi casillero señorita, esperaba que se pudiese mover si no es mucha molestia.
Rápidamente volteo y se levanto del lugar que se encontraba dándose cuenta de su torpeza. Apreté los dientes tratando de contenerme pero no pude más, solté una gran carcajada porque bueno; todo esto parecía haber salido de una mala comedia.
- De casualidad...- Ladeó su cabeza y entrecerró los ojos tratando de entender de qué era lo que exactamente me reía mientras examinaba mi rostro al mismo tiempo.-¿Podría decirme su nombre? Es usted muy parecido a alguien que conozco.
-¿Mi nombre?.-Respondí mordiéndome el labio para evitar reír.-Mi nombre es Im Jae Bum, encantado.
[Jueves 9 de Noviembre del 2017.]