"설렘들이 뒤섞이던 날."
(Es el día dónde se mezclaron todas esas emociones.)- ¿Porqué no me dijiste que te dolía la espalda?-Preguntó con un aire divertido en su voz, Eunji simplemente chasqueó la lengua fastidiada con su actitud ajena a la situación. Justo como si no le importara que ella hubiese estado allí por casi dos horas esperando por él, sin saber con certeza si se presentaría o no.
- Mira lo sé...-Empezó a decirle soltando sus brazos tensos y dejandolos caer a cada lado de su cuerpo, para luego posar sus manos en su cadera.- sé que apesto en esto, y sí, tal vez me duela la espalda pero eso es lo de menos ahora.
Jaebum ladeó la boca en una mueca en un intento fallido de demostrar que sí le importaba, pero él era realmente malo demostrando cuánto lo sentía.
- De verdad necesito qué me diga que pasó, ¿Porqué? Es decir...-Se volteó para que la mirada de Jaebum no la escrutara, se sentía tan mal y frustrada qué sentía que sí seguía mirándola así le iba a propinar una cachetada que él nunca olvidaría.
Escuchó como Jaebum suspiró pesadamente a sus espaldas y se volvió a voltear con la mirada desganada.
- Eso no fue lo qué quise decir.-Jaebum soltó está vez metiéndose las manos en los bolsillos mirándola a los ojos.- Es sólo qué...-Dudó sin saber si era correcto decirle la verdad.
- Mira, sé que soy yo la que debería sentirse agradecida, pero pensé que estaba mejorando y cuando no apareciste yo...-Dijo Eunji mirándose a si misma en el gran espejo del salón, juntando sus pies y poniendo sus brazos en la posición correspondiente, una entrelazado la mano de su acompañante imaginario y la otra sobre dónde se supone que debería posicionarse el hombro del susochicho. Ladeó la cabeza y prosiguió sin moverse de su lugar.- no creí que esto fuera para mí, me frustré y... bailé todo este tiempo tratando de convencerme de qué sí llegabas en algún momento había esperanza para mí.
Jaebum la miró desde el lugar en el que se encontraba de pie, mientras su cara se suavizaba y el peso que cargaba sobre sus hombros cayó estrepitosamente haciéndolo esbozar una sonrisa. Allí estaba, la Lee Eunji que necesitaba de él para aprender a creer en ella misma, quien más que enfadada no llegaba a confiar en sí misma.
Y ella volvió a hablar, sonriendo. Está vez se le veía aliviada.
- Gracias por venir.
[Sábado 12 de Enero del 2019]