Toma.

106 3 0
                                    

Cap.6

El me gustaba y mucho era algo inevitable, su forma de sonreír, su forma de caminar y hasta su forma de hablar, a decir verdad nunca lo he escuchado hablar, sólo lo he mirado.

Mi hermana dice que la voz de Emiliano nunca se le queda, ósea que no se lo aprende o no puede reconocerla al instante, así que nunca me a dicho como es su voz. En cambio con la voz de Felipe dice que es grave, un poco gruesa o más bien varonil.

Seguí jugando con mis amigos y el fue a tomar agua en el "pequeño lugar exclusivo para el agua" recordé como lo había dicho el director en el homenaje, no puedo creer que él esté aquí, es un poco extraño sentir esto por alguien a quien ni conozco.

En una de las jugadas que estábamos haciendo mandaron el balón lejos, y pues me tocaba a mi ir por la pelota así que salí corriendo a buscarlo, pero Martín agarro la pelota, en ese momento me quede un poco nerviosa ósea, el niño esté tiene la pelota que yo estoy jugando, algo nerviosa le hice una señal para que me lo pase, el sonrió, oww, su sonrisa que tanto derrite me la estaba regalando, sentía que sudaría o que estaba colorada o no se.

-Toma- esas cuatro letras hicieron que me derrita por dentro. Esa sonrisa tan suya que hizo que me erizará.

-Gracias- me sentí tonta por exagerar demasiado, pero era algo inevitable.
No contesto, sólo sonrió y siguió su camino hacia su salón, creo, por que no se dónde queda su salón.

-Uy así que ya conoces a Martín- Aranza enseguida se me acercó a molestarme con eso.

-Siii, lo viste? Me sentía tan nerviosa- No pide evitarlo también estaba emocionada con esto que paso.

-Jajaja a ver cuando vuelves a hablar con él.

-Nisiquiera hable con el, fueron sólo dos palabras.

-Hay si tu- nos empezamos a reír y seguimos con el juego que ya hasta nos habíamos perdido de cuanto iba. Cuando tocaron para salir ya de la escuela todos empezaron a salir, salió Lorenzo y Franco se acercaron y los saludamos.

-Vamos, ya me quiero ir- sólo sonreí de lo que dijo Lorenzo es muy loco.

Salimos en busca de la moto, pague al cuidador de la moto y Lorenzo la saco.

-Cuidado ya ibas a chochar a alguien-le dije a mi primo regañandolo.

-Ya, ya lo siento.
Me puse del otro lado y me puse mi casco. Me subí a la moto y nos pusimos en marcha.

Pasamos la calle para salir de la escuela y por inercia voltee, estaba pasando Emiliano caminando lentamente.

Con las miradas del amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora