Milo de Escorpio

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Dedicada a LiaKatherine123

Comenzaba a sentirme nerviosa, pues era mi primer día en el santuario, y para rematar,hoy era mi cumpleaños.

Salí de la ducha, sintiéndome limpia y fresca, tomé el vestido griego de color blanco que se encontraba arriba de mi cama y me vestí ,luego me puse los zapatos que en realidad eran unas sandalias marrones, cepillé mi cabello negro dejándolo suave y algo ondulado y por último aplique un poco de maquillaje, nada exagerado, sólo máscara de pestañas y un labial rojo para terminar.

Salí de mi habitación y me dirigi hacia el salón principal, donde el patriarca y otras doncellas se encontraban sentados.Al cerrar la puerta, todos los presentes dirigieron su mirada hacia mi,debido al notable ruido que hice.

Sonreí y camine hacia allí, las doncellas presentes le dijeron al patriarca algo que fue inaudible para mi. El asintió y me miró.

-¿Tu debes ser la nueva doncella no? Lía, no es así?- pregunta serio.

Asentí rápidamente -Si señor, mi nombre es Lia-

Fui recibida de buen manera por todos en el santuario,pero ahora tenía que ir a darle un mensaje al supuesto caballero de Escorpio, así que comencé a bajar las escaleras pasando por cada una de las casas hasta llegar a la octava.

Miré alrededor, tratando de hallar al guardián de la casa de Escorpio,pero no pude ver nada.

Suspiré y me di vuelta pero sentí el agarre de alguien,quien me impedía darme vuelta para ver de quien se trataba.
Comencé a gritar pero mi boca fue cubierta con su mano de inmediato,empezaba a desesperarme hasta que dejé de forzar y me rendi.

Escuché una risa y en seguida fui soltada,me di la vuelta enojada para ver quien había sido el que me asustó.

Lo que vi me sorprendió, un alto hombre que lucía la misma edad que yo, con cabello azul largo y ojos azules hermosos, de tez blanca y un cuerpo en forma.

El seguía con una mueca de diversión plasmada en su rostro, yo bufé tratando de calmar mi ira, la verdad era que solía ser amable a menos que alguien me provocara.

-¿Qué te pasa? Me has asustado, por poco me da un infarto.

-Tranquila hermosa, no te ha pasado nada,no exageres.

Ignoré su comentario y suspiré,en un intento de adquirir paciencia.

-¿Eres Milo, el guardián de esta casa no?

-Si, si lo soy, ¿no crees que es injusto que tu sepas mi nombre y yo no sepa el tuyo?- pregunto acercándose a mi, yo caminé hacia atrás tratando de alejarlo.

-Lía- respondí sin nada más que decir.

El caballero se volvió a acercarse a mi pero esta vez no traté de detenerlo.
El me besó,moviendo sus labios con brusquedad tratando de saborear mis labios.
Correspondí poniendo en movimiento mis labios, el trató de apoyar sus manos en mi cintura pero siguió bajando.

Fue ese momento en el que decidí detenerlo,le saque sus manos de encima mío y sonreí.

-Tranquilo hermoso- dije tratando de sonar como el, reí y seguí hablando. - ¿que pensaría el patriarca si se enterara que uno de sus caballeros dorados,  por cierto los más poderosos y responsables, anda besando a las doncellas?¿tu crees que se enojaría?- reí, mordiendo mi labio inferior para evitar seguir riendo mientras lo miraba divertida.

Noté como el se incomodó ante mi comentario y hasta pensé que se sintió indignado.

-Estas totalmente equivocada si piensas así, yo nunca he estado besando doncellas, en realidad tu eres la primera,ademas las demás no son tan hermosas como tu -

Eso me sorprendió y abrí los ojos demostrando dicha emoción, me sonroje y luego aclaré mi garganta,lista para volver a hablar en un intento desviar el tema.

-El patriarca quiere hablar contigo, deberías ir de inmediato.

- Sólo iré si tu vienes conmigo- dijo para atrerme más a él, me miró a los ojos, y se acercó a mis labios-

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Próximo one shot: Shun de Andrómeda 🔗💕
















Saint Seiya || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora