Atenas, Grecia.
El caballero de Sagitario había prometido reunirse con ella previamente, tenía planeado regalarle un collar.
(tn) esperó a que el sol comenzara a irse para salir de su casa y caminar hacia el lugar de encuentro: un bosque no muy lejos del pueblo.
Ella caminaba tarareando una melodía alegremente. Nunca pensó sentirse tan felíz en su vida y todo era gracias a Aioros.
Ahora ella había llegado a su destino, se sentó lentamente bajo el cerezo más alto y suspiró.
Recordó todos los momentos junto a Aioros: los días en los que ella espiaba a Aioros durante su entrenamiento; los días en los que los puños de Aioros sangraban y ella se dedicaba a tratar sus heridas; los momentos en los que él escapaba por las noches para estar con ella y hablar toda la noche y especialmente el momento en el que el abrió su corazón para decirle lo que sentía por ella.
Por fin (tn) pensaba que este sería el día en el que Aioros le pediría ser su novia, no pudo evitar sonreír al pensar en ello.
Los minutos pasaban, el cielo ya estaba oscuro y repleto de estrellas. Pero (tn) no se preocupó por ello, confiaba en el caballero dorado y esperaría todo el tiempo que fuera necesario.
No sabía cuanto tiempo llevaba sentada observando el cielo y jugando con sus dedos nerviosa pero su mente estaba comenzando a nublarse, sentía que el no vendría esa noche. Negó con la cabeza y permaneció sentada allí mismo.
Por otro lado Aioros se encontraba al otro extremo de la ciudad, alejándose cada vez más del santuario con una bebé entre sus brazos y la armadura de Sagitario en su espalda.
Corría nervioso pensando en su querida (tn), le había prometido estar allí temprano y ahora estaba corriendo cada vez más lejos de ella y tratando de escapar del caballero de Capricornio que lo perseguía con el fin de matarlo.
Corrió y saltó con toda velocidad hasta que algo lo hizo caer, había sentido un profundo dolor en su cuerpo y luego la sangre comenzó a salir.
Fue entonces cuando entendió lo que sucedió, el caballero de Capricornio lo había atacado rápidamente, hiriendolo gravemente.
Las lágrimas recorrieron su rostro, no había podido proteger a Athena reencarnada en aquella bebé que sostenía con cariño.
No había podido reunirse una última vez con (tn).(tn) había comenzado a llorar, Aioros la había defraudado y pensó que quizá el no quería ser su novio o se había arrepentido.
Cansada de llorar de camino a su casa, se recostó en su cama y cerró los ojos tratando de sacar todos esos pensamientos de su cabeza, pero no conseguía dormir.
El sol se había asomado y Aioros había perdido sus esperanzas.
Pero un hombre se había acercado a el.En ese momento entendió que todavía se podía tener esperanzas y le encomendó la armadura y a la bebé, le había dicho que la protegiera por sobre todas las cosas.
Pensó en su hermano menor, a quien amaba mucho y no volvería a ver.
Cerró los ojos, y pensó en ella. En la chica con la que había compartido años de su vida. Su amiga, quien entendía y lo ayudaba con todos y cada uno de sus problemas; quien lo hacía reír y lograba sacarle una sonrisa cuando se sentía triste.
Se preocupó al darse cuenta que jamás la vería en este mundo y jamás podría pedirle que fuera su novia. Tomó el collar de su bolsillo y lo apretó contra su pecho, imaginando como hubiese sido pedirle que se casara con él en un futuro e incluso tener hijos.
Ahora nunca podría realizar esos sueños.Lily y Rin.
Había recordado cuando (tn) le mencionó una noche cómo quería que se llamaran sus futuros hijos si algún día los tenía.
Susurró perdón, (tn) por no ir, perdón por haberte dejado plantada para siempre, me iré pero sé que en un futuro lejano te volveré a ver. Es una promesa.
(tn) sintió un dolor en el pecho,una sensación rara.
(tn) era la persona que se encontraba presente en su mente y corazón que de un momento a otro había dejado de latir.
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Saint Seiya || One Shots
Fanfiction〰como el nombre lo dice, este libro consiste en one shots sobre personajes del anime "Saint Seiya o Los Caballeros del Zodiaco" 〰