Aioria de Leo

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Dedicada a Calabrass_Beru_Eye

Mikaela lo miró a los ojos,estaba muy nerviosa por la situación, nunca había estado tan cerca de el, no habia mucha distancia entre sus rostros y eso fue lo que hizo que la castaña bajara su mirada, ocultando sus mejillas avergonzada.

El caballero de Leo notó su repentino cambio y sin pensarlo la tomó de las manos haciendo que la castaña volviera a dirigirle la mirada aun ruborizada, el no quería hacerla sentir incómoda asi que le sonrió para después decirle unas palabras.

-¿No crees que la noche está hermosa? ¿Que te parece si aprovechamos del agradable cielo nocturno para pasear?

La chica abrió sus ojos,y asintió sin decir nada, Aioria la sostuvo del brazo bruscamente para hacerla caminar hacia la salida.

Aioria la miró por un costado, ella se veía timída y eso era algo que le sorprendio notar, la conocia muy bien y pocas veces podia notar ese comportamiento en ella.Pero justamente eso era algo entre las mil cosas que le gustaba de ella.

Pocas veces tenían la oportunidad de estar solos, por lo que Aioria estaba muy feliz.

El sin decir nada, Aioria acercó su mano a la de ella para tomarla y entrelazar sus manos, caminando tomados de la mano. Ella solo se sorprendió y aceptó su mano sin quejarse.

El silencio la estaba matando pero no sabía que decir ni que palabras usar,pero el rapidamente habló, tranquilizandola.

-Siempre es bueno estar contigo, Mikaela.

Aquellas palabras tan simples hicieron que el corazón de la castaña latiera con fuerza, estaba nerviosa por estar a solas con el pero sabía que no debía de malgastar ese momento y decirle lo que tanto quería confesarle desde hace mucho tiempo.

-Lo mismo digo,creo que me siento afortunada de tener a alguien así acompañandome en este momento, me alegro que seamos amigos- la joven sonrió falsamente, odiaba ser su amiga, ella quería ser algo más que eso, y lo que más le molestaba es que Aioria nunca dejaría de verla como una amiga, porque eso es lo único que sería para el.

Aioria dejó de caminar y la seriedad inundó su rostro, esa palabra no le gustaba para nada.

-¿Amigos dices? ¡Nosotros no somos amigos!- El santo de Athena gritó soltando su mano, mirandola serio.

La mujer solo sintió ganas de llorar al oír aquellas palabras, odiaba ser así de debil con Aioria, lo odiaba por ser el único capaz de producirle aquellas emociones, su cuerpo empezó a temblar y nuevamente miró al suelo,avergonzada y conteniendo sus lágrimas.

-¿Qué fue lo que te hizo pensar que eramos amigos?

El tono de ira en su voz la hizo reaccionar, ya no quería escucharlo, no podia soportarlo pero se encontraba en un estado de inmovilidad, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos fugazmente para caer al suelo.

Nunca había visto a Aioria reaccionar así, lo desconoció totalmente, nunca creyó que el se comportaría así, simplemente no podía , no quería creerlo.

Comenzó a sollozar, mientras lloraba sin parar, el amor que sentía por el fue reemplazado por enojo.

La castaña levantó la cabeza y lo miró a los ojos, las lagrimas recorrían sus mejillas.

Nunca creyó que diría algo así.

-¡Te odio!¡No vuelvas a hablarme nunca!

Eso fue lo último que dijo y era la primera vez que le gritaba así, Mikaela corrió pero algo se lo impidió.

El la sostuvo del brazo y la giró hacia el, obligandola a verlo.

-Aún no he terminado de hablar contigo- sentenció con tranquilidad.

Mierda,¿que he hecho?

Susurró lo suficientemente bajo para que ella no escuchara.

Ella por su lado seguía temblando estaba confundida y sentía miedo, y el frío no ayudaba mucho que digamos.

El caballero de Leo volvió a tomar sus mano con suavidad para envolverlas en las suyas.

- Perdoname,no me refería a eso, es solo que no quiero que seas mi amiga.

-¿Por qué? ¿Me odias?

La castaña inspiró aire, estaba decidida a confesarle aquello que deseaba decirle aun si la odiaba.

-¿¡Es por Marín cierto!?¿Esa es la razón por la que nunca me correspondiste?
Está bien que no te agrade pero debiste habermelo hecho saber antes, idiota.

Respondió seca y alzando la voz, se sentía muy frustrada, al parecer el le había mentido, la odiaba todo este tiempo y jugó con sus sentimientos.

-Tonta... Marin no tiene nada que ver con esto, no te odio ni lo más minimo.
¿Que no ves que estoy cansado de ser tu amigo? Quisiera ser más que eso, siempre te he odiado por hacerme sentirme así y no poder hacer nada al respecto.

Ella lo miró confundida, estaba procesando en su cerebro toda esa información.

-No s-sabía que te sentías a-así...

El no dijo nada y se acercó a ella,abrazándola haciendo que su cabeza se recostara en su pecho.

-Tonta,siempre te he amado.

Acarició sus cabellos y su espalda con  cuidado.

-Eres una tonta...

Pronunció para alejarla y besar su frente con cariño.

-No, tu eres el idiota que grita haciendo que me sienta mal.

-Lo siento, tienes razón, eso no volverá a suceder, te lo prometo

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Ahí se encontraba la castaña,detrás de una pared, observando y escuchando con cautela la conversación de Aioria y Marín, la mujer que siempre acompañaba a Aioria, pero por primera vez estaba feliz de verlos, porque ahora estaba segura de que Aioria solo la amaba a ella,solo tenia ojos para ella y nadie más.

Saint Seiya || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora