Capítulo 3

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...haciendo que cierre los ojos para dormir...

Narra Travis

Me senté lejos de Ian, aún estaba enojado por la broma, para poder desayunar. Hoy debíamos comenzar la escuela, no quería ir, pero, mamá no dejaría que faltará mi primer día.

Arthur: Travis, ve a sentarte junto a Ian, no puedes ocupar mi lugar ni él de tú mamá. -bufe para luego sentarme junto a mi hermano.- ¿Están emocionados por su primer día en la escuela?

Ian: ¡Si!

Travis: Si... -arrastre cada palabra mientras hablaba.

Rose: Travis, se que no tienes ganas de ir pero no puedes faltar y menos en tú primer día, pero, al menos trata de tener interés.

Travis: ¿Para qué debo ir a una escuela si ya se demasiadas cosas?

Arthur: Haber señor que lo sabe todo. -miré a papá, parecía molesto.- ¿La muerte puede perdonarte la vida si tú  alge te rechaza?. -me quedé en silencio, no sabía que decirle.

Rose: Travis, solamente será por lo que resta del año, son ocho meses nada más y luego tú ya no asistirás si así lo deseas.

Travis: Está bien. -mamá trataba de ser comprensiva antes de que papá se enojará. Mamá solía enojarse más rápido que él pero hoy parecía que le pasaba algo raro.

Terminamos de desayunar, mamá fue a su habitación y luego volvió con dos cajas, creó, de regaló. Observé las cajas, y si, ambas parecían tenían un moño como si fueran un regaló.

Rose y Arthur: Esperamos que les guste. -mamá le dio una a Ian y papá me dio la otra a mi. Cuando la abrí me encontré con una mochila bastante linda de color azul, mi color preferido, y al sacarla por completo de la caja pude sentir que estaba algo pesada.

Ian: Gracias mami y papi. -miré a mi hermano, él tenía uno igual pero en color verde. Me acerqué a mis papás para abrazarlos al igual que Ian.

Travis: Gracias. -mamá sonrió y papá también.

Rose: Vamos niños, no pueden llegar tarde su primer día. -ambos se levantaron para salir de casa, mamá cerró la puerta y nos dirigimos a la manada Moon, teníamos mucho por delante.

(...)

La escuela es muy grande, cuando llegamos mamá y papá tuvieron que irse luego de que pudiéramos entrar a nuestras aulas, pero mamá nos dijo que vendría por nosotros.
Todos estaban sentados de a dos divididos en tres filas. Una señora rubia entró.

Juliana: Buenos días niños. -saludo en general.- Hoy tenemos dos compañeros nuevos, -sonrió y nos miró.- soy la maestra Juliana. ¿Cómo se llaman?

Ian: Buenos días maestra Juliana, soy Ian O'Brien.

Travis: Buenas días maestra Juliana, soy Travis O'Brien.

Juliana: Saluden niños. -unos cuantos saludaron, mientras otros solamente movieron su boca "saludando".- Bueno, Ian y Travis pueden ir a sentarse. -señaló unos asientos casi al fondo, cerca de Zara, Ian no perdió tiempo y fue a sentarse a su lado, mientras yo me sentaba en la fila del otro lado para poder quedar cerca de Zara.

Zara: Hola chicos. -sonreí y moví mi mano en forma de saludo, ya que la profesora comenzó a hablar y explicar cosas. Mantuve mi atención en todo lo que la maestra  explicaba, un tema que mamá ya nos había enseñado, hasta que sentí la mirada de alguien en mi pero traté de ignorarlo.

Los segundos, o quizás los minutos, pasaban pero seguía sintiendo esa mirada en mí. Giré mi rostro en dirección a, donde creía que podría estar, esa persona encontrándome con una niña, al percatarse que también la miraba me sonrió y miró a la maestra. Me quedé desconcertado hasta que alguien pasó su mano frente a mis ojos, miré al responsable: Ian, movió su cabeza en dirección al pizarrón y pude ver a la maestra mirarme atentamente.

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