Capítulo 9

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Estaba en secundaria, de nuevo, leyendo por millonésima vez el quinto libro de mi saga favorita, esperando que la hora de la salida por fin llegara y mi padre fuera a buscarme cómo había prometido, por esa razón no había querido retirarme antes de tiempo como habían hecho mis demás compañeros ante la noticia de que el profesor de la última clase no llegaría.

Contuve la respiración ante las líneas tan emotivas que mis ojos leían y cómo el protagonista dejaba mostrar su verdadero ser ante el villano que le había arrebatado lo más preciado de su vida en palabras que conocía con el corazón.

Era tanta la tranquilidad que desprendía que parecía tentador para otros arruinarla.

—Hey, Sadame.

Alcé la vista, desconectándome de inmediato del pequeño mundo en el que me había sumergido y en verdad hubiese preferido quedarme para siempre ante la imagen de mi tormento diario: Yoshio. El chico atractivo del curso que resultó ser el acosador de turno designado especialmente para mí.

—¿Qué? —Pregunté, intentando quitármelo de encima lo más pronto posible para regresar a mi lectura.

—¿Por qué tan triste? ¿No quieres salir con nosotros a jugar un rato?

Miré a sus amigos en la puerta del aula, empujándose entre ellos con diversión y le miré como si se le hubiese zafado un tornillo, poniendo en duda si su invitación era genuina u otra de sus bromas de mal gusto.

—No, gracias.

—Vamos—. Insistió, tomando uno de mis mechones de cabello suelto entre sus dedos, haciendo amago de acariciar mi rostro—. Esta vez nadie te forzará a usar tu quirk ni te desmayarás para evitar hacerlo.

Empujé su mano, sintiendo desagrado por sus expresiones y la sonrisa burlesca que se asomaba ante el recuerdo de algo que deseaba olvidar tanto. Sus amigos se rieron en el fondo cuando mostré mi rechazo y su ceño se frunció, furibundo, pero conservando la sonrisa.

—Por cierto, ¿por qué no te ayudamos a superar ese miedo de una vez? Ya que no pareces interesada en salir con nosotros—. Tomó mi brazo con fuerza y me obligó a ponerme de pie—. ¿De qué se trata tu quirk y por qué no quieres que sepamos? ¿O es que acaso no tienes uno y te aterra que nos demos cuenta? ¿Leer estos estúpidos libros es tu peculiaridad, o lo es creerte más inteligente que los demás?

El libro que había caído de mis manos al pupitre ahora yacía en el suelo gracias a él. Sus amigos se habían quedado callados, viendo cómo Yoshio perdía la calma. Reforzó el agarre en mi brazo y me quejé por el dolor, anhelando que mi voz saliera de otra forma que pudiera decirle algo para que me soltara. Tomó mi hombro y se acercó peligrosamente a mi rostro.

—Demuestráme que tienes un poder. Haz algo, defiéndete, Sadame.

Desperté con una capa de sudor en la frente y una sensación de dolor en el mismo brazo en el que Yoshio me había dejado un moretón en aquel momento; preguntándome por qué había soñado tal evento después de tanto tiempo, después de haberlo casi olvidado.

Tenía la garganta seca a causa de la amarga memoria que mi mente había traído de vuelta, así que decidí ir a la cocina por un vaso de agua, pero antes de girar la manija de la puerta de mi habitación recordé por qué había terminado tomando una siesta a mitad de la tarde. 

Luego de llegar de la academia y de almorzar con mi madre en total silencio, un señor de traje con un portafolio llegó y mi madre me pidió que me quedara en mi habitación, lo hice sin refutar ya que su tópico de conversación parecía ser bastante serio. Cuando terminé los deberes de la escuela me quedé dormida  esperando a que esa persona se fuera para que finalmente pudiera darle la noticia a mi madre de que había sido castigada por dos semanas.

Ashes and Glass | Todoroki Shouto|[ BNHA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora