ᴸᴵᵀᵀᴸᴱ ᶜᴴᴬᴺᴳ ✨ ; ᴶ ᴼ ᴼ ᴷ ʸ ᵁ ᴺ

Lee Jooheon

El castaño había durado unos 15 o 20 minutos inconsciente debido a los golpes que le había propinado JaeBum después de arruinar su conquista al pobre Yae, y el ser rescatado por una silueta misteriosa que gracias a su visión borrosa no había podido divisar antes de su desmayó.

— Hey, ¿Estás bien? ¿Hola? —

Resonaba en la cabeza de Chankyung quien comenzaba a abrir los ojos con lentitud ya que aún le dolía un poco la cabeza brindándole la misma visión borrosa y distorsionada de antes; ya con los ojos bien abiertos y la mirada perdida se dió cuenta de que seguía dentro de los baños, todo estaba técnicamente igual a antes de su desmayó sólo que estaba vez la silueta misteriosa le mostraba a un pelirrojo de ojos pequeños y demasiado tierno, quién le sonreía al ver que por fin había reaccionado ya que lo daba por muerto – Demasiado exagerado, el muchacho – y éso no le hubiese gustado al chico por qué el castaño había llamado demasiado su atención.

El silencio reinó durante unos cuantos segundos hasta que Lee por fin decidió decir aunque fuera algo para romper el pequeño e incomodo silencio entre ellos.

– Soy Lee Jooheon, de 3-B y tú salvador. ¿Tú eres..? –

Le dijo sonriente al castaño quién le miraba recordando a la silueta extraña que había estrellado a su agresor contra la pared.

– Y-yo.. Emmh.. s-so-soy... – Las palabras no podían salir de su boca debido a la mirada atenta del contrario sobre el, tartamudeo y pequeños balbuceos salían de sus labios hasta que por fin después de calmarse un poco le respondió como pudo – I-m...
Im Changkyun.. – Dijo en voz baja, aunque está resonó en el solitario baño.

Jooheon no pudo evitar el sonreír al escuchar la dulce voz del muchacho que hacía juego con su tierna apariencia y actitud. El muchacho de verdad había logrado conmover el corazón de Lee no sólo por su voz, si no por lo lindo que era apesar de su grasita de más.

– Bien Changkyun, será mejor que te llevé a la enfermeria, se ve qué el animal ese te dió una paliza – Dijo algo preocupado aún con la misma sonrisa de antes, apresar de que el silencio se instalará de nuevo entre ambos.

El castaño solo se limitó a asentir con pesadez y cuidado por el dolor de su cuerpo, mientras el pelirrojo le ayudaba a levantarse para dirigirse después con el pelirrojo sosteniendole de la cintura con suma delicadeza.

Esto último provocó qué un leve tono rojizo se colará a sus mejillas, y  que el latir de su corazón aumentará por el roce en su cintura.

Jooheon seguía pensando que el muchacho era el ser más adorable que en su vida había visto, que su voz era la mejor melodía que había escuchado y qué cómo pudiese el iba a proteger a Im Changkyun de todo aquél que se atreviese a lartimarlo; ésa era su promesa.

Y  Lee Jooheon siempre cumplía sus promesas.