Capítulo 19: Sentir

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★— Capítulo 19: Sentir —★

Tsuna estaba conmocionado...

Y lloraba en una esquina de la sala, una vez pasada la adrenalina. 

En cuanto Giotto salió por esa puerta, todo se derrumbó en su interior. Se rompió como el cristal, y a duras penas pudo llegar a apoyarse contra la pared para no caer bruscamente contra el suelo.

A vista de Kyoya, quien lo encontró así, parecía una muñeca rota.

Y evidentemente, se alarmó.

—Tsunayoshi, ¿qué te pasa?

Se agachó a su altura, haciendo que esa cabizbaja mirada color tierra se levantara para mirarle.

—Kyo...

Se aferró a él, y el azabache conocía demasiado bien ese tipo de abrazos.

Esos abrazos en los que Tsuna le usaba como salvavidas de su atormentado corazón.

Cuando tenía miedo, cuando le inundaba la tristeza y se ahogaba en sus propias lágrimas, el castaño se aferraba a él como a lo único que podía salvarle de caer en lo más profundo.

—Tranquilo... —suspiró, acariciándole los cabellos rebeldes.

—Es mi culpa... —murmuró contra su hombro—. Todo, todo...

Frunció el ceño, sin saber a qué podía referirse. Sin embargo, no le insistió. Decidió dejarle su calma, su momento en el que las lágrimas se iban y solo quedaba la serenidad.

Podía abrazarle toda la eternidad si así se lo pidiera.

¿Qué no sería capaz de hacer por él?

—¿Estás mejor? —dijo al ver que sus lágrimas cesaban.

El castaño asintió contra su hombro.

—Dime, ¿qué ha pasado?

Tsuna se separó de él para mirarle con sus orbes marrones hinchados, al igual que sus labios, y sus mejillas sonrojadas junto a su nariz por el llanto.

—Ellos... yo... él... no lo sabía, yo no lo sabía, Kyoya, tienes que creerme... Por favor, no te alejes...

Kyoya le acarició la mejilla con una sonrisa.

—Nunca me separaré de ti, ¿qué otro herbívoro encontraría igual que tú?

El castaño sonrió ampliamente ante sus palabras.

—Te quiero, Kyoya... —dijo, pero eso él ya lo sabía.

—Y yo a ti, herbívoro. Pero ahora cuéntame por qué lloras.

—Prométeme que no te enfadarás.

¿Enfadarse con él? Si eso era posible, no lo sabía.

—Claro que no me voy a enfadar.

Tsuna no se convenció.

—Prométemelo —Kyoya arqueó una ceja, pero asintió—. Akira... él me contó acerca de todo lo que está pasando. Su hermana... quiere vengarse de mí.

—¿Su hermana?

—Sí, Akari... —miró al suelo—. La muchacha que supuestamente estaba con Alaude-san.

—No me menciones a ese tipo.

Tsuna se sorprendió ante ello, y miró al azabache. Estaba molesto con algo, pero parecía también dolido. Lo adivinaba en sus orbes azul metalizado que tantas veces le habían hecho perderse y encontrarse sí mismo.

Learning to love |DPT #2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora