Capítulo 9: Conversación

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★—Capítulo 9: Conversación—★

—¿Problemas de pareja? —preguntó Kyoya al ver al enfadado rubio acercarse con paso rápido.

—No, ese idiota y yo no somos nada —aclaró.

—¿Habéis cortado? —arqueó una ceja.

—No, nunca fuimos nada más que amigos —negó con cierta amargura.

—Entiendo —ante sus palabras, miró al inconsciente castaño.

Esperaba que el carácter no fuera genético, porque sino le esperaban bastantes discusiones.

—Tú fuiste quien le ayudó, ¿verdad? El otro niño que se escapó de ese lugar —el azabache asintió—. Muchas gracias por cuidarlo, de verdad.

—No sé quién debería estar más agradecido —ciertamente, Kyoya veía difícil su supervivencia sin Tsuna.

El castaño era indispensable en su vida, como su otra mitad, y si algo le pasaba... si algo le llegaba a suceder, seguramente, moriría.

—¿Por qué lo dejaste atrás? —le preguntó de repente al rubio—. ¿Por qué no lo llevaste contigo?

—No lo quise dejar atrás, Tsu es mi hermano. Sólo me tenía a mí por aquel entonces —apretó los puños con fuerza—. No supe protegerlo, no quise darme cuenta de que algo iba mal con él... pero Tsu era más listo y más fuerte que yo. Él pudo engañarme y hacer que me fuera, hacer que... no volviera a insistirle en que viniera conmigo —suspiró—. Y cuando todo salió a la luz, cuando pensé que le habían secuestrado, asesinado, quién sabe qué cosas... me dí cuenta de que hizo todo para protegerme.

—¿De qué hablas? —Kyoya hacía rato que se había perdido.

Todo lo que sabía acerca del hermano mayor de Tsuna era que este le había dejado atrás porque el castaño no quiso ir con él, porque pensaba que sólo sería una carga.

—Claro, tú no debes saberlo porque Tsu no te ha contado todo —sonrió comprensivo—. Debes saber su versión, que lo dejé atrás porque él me lo pidió. Pero no fue del todo así.

—Tenemos un largo trayecto, así que puedes empezar a hablar —Giotto asintió.

—Lo que pasó fue... que yo quería escapar. Quería... bueno, solucionar una cosa que no podía hacer en un orfanato. Y quería llevarme a Tsu conmigo —miró a su hermano—. Él parecía estar de acuerdo conmigo, pero unos días antes... su actitud se volvió extraña. No le dí importancia, estaba más centrado en... en pensar como escapar —enterró las uñas en las palmas de sus manos—. Tsu logró engañarme y hacer que me fuera sin él, pero yo volvía. Volvía a por él, burlaba toda la seguridad... pero Tsu nunca dejó que me fuera con él —sonrió con tristeza—. Hizo todo lo que estuvo en su mano, lloró, me suplicó que me fuera, que no volviera.

—¿Por qué haría eso?

—En ese momento yo tampoco lo entendía. Tenía once años, y pensaba que lo suyo tan solo era un berrinche, pero igualmente se me hacía raro, por ello nunca dejaba de insistir... hasta que un día logró hacer que me enfadara con él y me rindiera —bajó los hombros con derrota—. Tsu sabía cómo enfadarme para hacer que no quisiera volver por él, y lo consiguió. Demasiado tarde entendí que se trataba de una estrategia que había usado para protegerme...

—De ese desgraciado —comprendió Kyoya.

Ese tipejo le había arruinado tanto la vida que sentía que los leves golpes que le dio como un niño de diez años eran totalmente insuficientes.

Learning to love |DPT #2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora