En Un Mundo De Fantasía Siendo Inmortal

los siete y el secreto de la raza vampiro

En un cuarto oscuro y siniestro, aunque es enorme, estaban sentados siete personas en una mesa heptágonal. Es un cuarto bastante lujoso igual que las mesas pero bastante lúgubre.

Mejor que personas son demonios. Son los siete demonios que cargan cada uno con un pecado capital.

Las extremidades del rey demonio, los más fuertes y malvados demonios llamados [Los siete pecados]

Soberbia, lujuria, gula, avaricia, envidia, ira y pereza. Sus nombres de pecado indican su forma de ser.

--¡Esto es imposible! Nuestro ejército no puede ser derrotado. Somos los mejores somos invencibles.

--Vayamos personalmente y matemos a todos. No puedo esperar más. Me han cabreado esos inmundos humanos, les haré sufrir mi ira multiplicada por mucho más.

--si si hagamos eso. Deben saber deliciosos

--Mhmmm dejadme algunos humanos para mí uso personal. Esta les enseñará un par de cosas~♥.

--oye oye, se supone que tenemos que consolidar al ejército de los demonios. Tenemos que quedarnos aquí para su resurgimiento, además, que pereza ir ahora.

--como me gustaría ser un demonio normal y no tener que hacer caso al pecado de la pereza pero tiene razón. En serio que envidia no poder salir de aqui y masacrar a los humanos como nuestros ejercicios de monstruos.

--jooo yo que quería divertirme~♥

--cuando ataquemos seré el que mate más humanos y demás razas. Robaré todo lo que sea de valor...bueno mejor robaré todo. Lo estoy deseando.

Ese grupo de poderosos demonios se ha confinado dentro del más profundo piso de una dungeon¹ desconocida en un espeso bosque.

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Heru y Reila hacia horas que salieron de la ciudad Deyro dirección al este. Ambos iban ligeros ya que comían lo que cazaban y solamente gracias a que Reila sabe sobre los bosques duermen sin necesidad de tienda y peligro sobre alguna rama de algún árbol.

Ya que no consiguieron una caravana para viajar están tardando más de lo habitual.

Uh es la primera vez que veo a Reila mover sus orejas. Es increíble lo bien que le queda haciendo eso.

––Oniichan, por delante hay una lucha entre monstruos y personas.

––Ya se los arreglarán de alguna manera.

––¡Pero no podemos dejarlos así!

En serio...va ha haber más problemas si nos involucramos, podrían ser bandidos o podría no ser capaz de protegerla. Eso sería él porque no quiero pero no puedo dejarla así.

––Ufff....eres una buena persona, vayamos a ver.

Una poco antes...

«¡Por que pasó esto! No debería haberme ido de la aldea... Pero, pero...No quiero estar encerrada para siempre allí»

Ella estaba viajando en dirección a la ciudad Deyro pero no como persona. Como objeto. Es una esclava.

Hace poco ella se escapó de su aldea porque no tenía libertad para ir donde quisiera y salió para ver otras cosas.

––Mierda esto no es lo que tenía planeado...

Ya tiene puesto el collar de esclavitud. Si no sigue las órdenes un terrible dolor recorrerá su cuerpo y si todavía se resiste unos clavos saldrán del collar y atravesarán su cuello matándola.