‹ Capítulo 25. ›

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No podía evitar sollozar, su madre ya llevaba mas de una semana desaparecida y para ser la hermana mayor dolía muchísimo.

Eran las 9 de la mañana del día domingo, era la única despierta a esa hora, Elías había dormido tarde y Lisa a esa hora jamás estaba despierta, o eso quería creer Elisa. Había estado llamando a los lugares a los que recorría su madre desde la mudanza, pero ni siquiera su trabajo sabía de ella; Elisa rogaba para que no despidan a su madre de su empleo ya que ella desapareció sin más, no se fue por cuenta propia... O eso quería creer.

Lisa iba lentamente bajando las escaleras, escuchar a su hermana sollozar desde las escaleras no era algo bueno. Al estar junto a ella la tomó de su hombro y observó como ella veía fotos de cuando eran pequeñas junto a su madre, eso le contagió la tristeza.

— ¿Nadie sabe nada de mamá? — cuestionó Lisa.

— No, nadie lo sabe. —

— ¿y no llamaste a nuestros tíos?, tal vez habrá regresado a Tailandia. —

— Sí, los llamé. ¿A qué, Lisa?, ¿nos abandonó? —

— Uno nunca sabe. — Elisa cubrió su rostro y luego comenzó a secarse las lagrimas.

Por otro lado, Elías igual estaba despierto, estaba en la terraza tomando aire y un poco de sol de la mañana. Su teléfono comenzó a sonar por una llamada, la cual era de su padre.

Respondió la llamada. — Buenos días, papá. —

— Buenos días. Elías, fui a verte a tu casa y no estabas, ¿qué pasó? — Abrió los ojos como platos, no podía creer que su padre estuviera en Seúl, si él se entera que sus hermanas están ahora en la ciudad capaz y pasa una tragedia. — ¿Elías? —

— Es que ahora vivo en otra casa... Yo... Yo ya tengo una pareja. —

— ¿Tan rápido?, vine a Seúl hace 4 meses y estabas soltero. —

— Pues ahora tengo novia, es más, si gustas, hoy te la puedo presentar, iré por ella en la noche para cenar. —

— ¿No vivías con ella? —

Ya se dio cuenta que la regó. — Sí, pero se quedó hoy con su madre, ya sabes como son las mujeres. Cambiando de tema, ¿a qué viniste a Seúl? —

— Pasear, nada más, a veces entre tanto niño te estresas y necesitas un descanso. Ya veo porqué te quisiste mudar después de graduarte. Ah, igual Xia necesita unas cosas. —

Me entiendes ahora y eso que solo son mis hermanos. Dile a Xia que le mando saludos y que haber cuando vienen a conocer a Ashley. —

— ¿Tan ilusionado estás?, yo a tu edad estaba casado, con 5 hijos y me divorcié de mi segunda esposa. —

— ¿Hubo otra antes de mi madre? —

— Yo no le llamaría tu madre y sí, solo estuvimos casados un año. Yo que tú pensaría mejor las cosas, no te vayas a casar y que luego la chica sea toda una víbora, ¿dónde la conociste? —

— Aquí en Seúl, es maestra de Lis... — se dio un porrazo contra la mesa. Sí, ya la regó ahora sí.

¿maestra de Lisa, tu hermana?, ¿ellas están en Seúl?, ¡qué agradable sorpresa!, a propósito, ¿no sabes dónde viven? —

— No te lo diré por simple razón de protegerlas. —

No seas tonto, te haré un gran favor cuando tu madre esté en la tumba. Seguramente ya la conociste, o tal vez no, te habrá pateado de su casa por el simple hecho de que nunca te quiso. —

¿Eres real? « TaeYong & Lisa. » [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora