‹ Capítulo 1. ›

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Últimamente la madre de Lisa y Elisa se sentía mal, estar en la sala, su habitación, el baño, le daba nostalgia, nostalgia de que extrañaba a su ahora ex marido, es algo normal, pero después de 11 años era exagerado; la madre de Lisa se arrepentía de haberse divorciado de con quien se casó hace 25 años.

Ellas tres tenían una buena vida, su madre tenía buen empleo, Elisa era una gran universitaria y Lisa era una buena estudiante en su escuela.

Elisa al ver a su madre mal comienza a buscar lugares donde podría vivir con su hermana y madre, ella siempre dice que empezar de nuevo es bueno aunque duela. Finalizó su busqueda éxitosamente y su madre vendió su hogar para mudarse.

Lo malo, es que era fuera del país.

Lisa no estaba tan de acuerdo en mudarse, pues tenía unos buenos amigos en Tailandia y le costaba dejarlos. Desde ese "pasado" Elisa es mas unida a su hermana pequeña.

"Nueva vida, nuevos amigos, nueva casa, nuevo colegio, nuevo todo."

Elisa llevó a su hermana a su nuevo colegio, un lugar bastante grande. Lisa no pudo evitar mirar a su hermana con miedo en sus ojos.

— Es por mamá. — Dijo Elisa con una cálida sonrisa en su rostro.

La rubia bajó del auto y se despidió con un ademán, luego comenzó a caminar hacia la entrada de la escuela; era un lugar bastante grande conparado con su antigua escuela, pero era Seúl, eso ahí es completamente normal.

Al entrar sacó la nota que le había dado su hermana: "Segundo A, casillero 128, código: 0703" definitivamente con tantas cosas y personas sería difícil encontrar todas esas cosas.

Fue a paso lento, mientras contaba los casilleros hasta llegar al 128. — Perfecto. — Se acercó al casillero correspondiente y lo abrió, encontrándose con una carta de bienvenida de parte de todo el personal de la escuela, con sus libros y su horario.

Leyó su horario y comenzó a acomodar sus cosas, no habría receso hasta la segunda hora, así que se llevó dos libros y dos libretas en su mochila.

Ahora lo peor, ¿dónde está segundo A?; buscó y buscó y vio a una chica que al parecer era porrista.

— Buenos días, disculpa, soy nueva y quiero saber dónde está el aula de segundo A. — La castaña rió, estaba de brazos cruzados, recargada a la pared, dos compañeras con el mismo uniforme rieron igual.

— Miren, es una chica nueva. — dijo la castaña. — segundo A es el salón que está todo recto. — mintió de forma descarada.

— Gracias. — hizo una reverencia y se retiró, se podía escuchar como las tres chicas se reían a carcajadas.

Vio una libreta que decía "segundo A" en el suelo, la recogió y al alzar la vista se encontró con una chica de cabello negro. — Gracias por recoger mi libreta. — Dijo la chica.

— No hay de que... Compañera. —

— ¿compañera?, no te he visto antes, ¿eres nueva? — cuestionó, Lisa afirmó. — Te acompaño al salón, no es muy lejos.

Dieron varias vueltas hasta llegar al aula, esas chicas le habían mentido y ya se había dado cuenta.

Al entrar chocó con un chico, al verse ella no pudo sentir miedo, ese mirar era frío, parecía uno de esos chicos malos que golpean gente y que reprueban las clases, para acabarla su cabello era negro al igual que sus ojos.

Lisa se quedó perpleja, él solo se retiró y fue a su asiento.

El maestro miró a Lisa y le dijo. — Tu debes ser la chica nueva, pasa, tu asiento es junto al señor Lee. Lee, alza tu mano por favor. — justo era el chico malo que se sentaba a la orilla, Dios la libre de todo lo que le vaya a pasar junto a él. Tomó asiento y bajó la mirada.

— Señorita, presentese, por favor. — pidió el profesor, ella se levantó y dejó su mochila a su derecha.

— Mi nombre es Lalisa Manoban, vengo de Tailandia. — dijo ella, el maestro no quedó satisfecho. — Cuéntanos mas. —

— No recuerdo muy bien mi infancia, solo sé que mi padre se fue de mi casa y jamás volvió, en Tailandia tenía tres amigos y estudiaba diseño gráfico. — El profesor sonrió satisfecho al oírle.

— Toma asiento, Manoban. — ella obedeció y el profesor siguió hablando. — Espero que traten muy bien a su compañera, Lalisa, cuando tengas algún problema me dices, porque hay muchos causa problemas, ¿cierto, señor Lee? — miró al pelinegro, el cual sonrió de forma forzada.

— Bueno, comencemos con la clase, saquen libretas. —

/.../

El timbre sonó y todos salieron del aula, las dos clases que había tomado eran bastante interesantes y le gustaron mucho.

Llegó a su casillero, puso el código y al abrirse comenzó a cambiar sus cosas para la siguiente clase. Al sacar sus libros vio un pedazo de papel color negro, este se le hizo curioso y comenzó a leer lo que había ahí.

"Eres una rara perfecta para ser mi víctima.

- Lxx T43YxNG."

Eso le pareció muy raro, pero la pregunta era, ¿quién era Lxx T43YxNG?; dejó su mochila y al cerrar su casillero se llevó un susto.

— Aparte de rara, exagerada. — dijo el pelinegro al abrir su casillero.

— Solo fue un susto que me diste. — respondió.

— ¿Un susto?, ¡JA!, parecía como si te fuera a dar algo de forma silenciosa. — dijo mientras acomodaba su casillero.

Ella se molestó, cruzó los brazos. — ¡mientes! —

— ¡Lo dice la que me hizo daño a mí! — su enfado se fue al olvido al escucharlo. — ¿Q-qué?, pero si yo apenas te conocí... —

Él cerró su casillero de golpe y la observó con ira. — ¿¡No me conoces!? — exclamó. — ¿¡QUÉ NO ME CONOCES!?, ¡YO TE CONOZCO BASTANTE BIEN...! — Alzó la voz, luego llegó una chica de cabello naranja y se paró frente a él.

— ¡Para ya, TaeYong! — Lisa al oír su nombre sintió como un deja vu. — No relaciones a tu amiguita imaginaria con Lalisa, entiende, es i-ma-gi-na-ria, no existe. Te urge un psicólogo, no un psicólogo, ¡un psiquiatra! — al terminar de hablar se llevó a Lalisa y salieron de la escuela.

— De nada, soy Rosé. —

¿Eres real? « TaeYong & Lisa. » [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora