‹ Capítulo 41. ›

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Llegaron a la casa y vieron una nota pegada en la pared.

"Hemos comprado pintura y brochas para que ustedes decoren la casa a su gusto.

Esperamos que la pasen bien y que tengan muchos recuerdos bellos como los que nosotros tuvimos en esta casa. Los queremos.

- Sr. y Sra. Lee"

- TaeYong, ahora me siento mal. - Dijo Lisa mientras cargaba unas cajas y veía la nota.

- ¿Por qué? - Preguntó él.

- Mi madre está sola. - Respondió.

- Podemos ir a verla una vez a la semana, comer con ella y cenar con ella. -

Lisa miró a TaeYong. - ¿Tú no extrañas a tus padres? -

Él suspiró. - Siempre estuve preparado para el día en el que dejaría la casa. Cuando mi hermano me mandó al hospital mis padres tenían un negocio bastante raro en el que tenían que viajar diario. Creo que apenas MiYoung aprendió a caminar y a hacer del baño en su bacinica ellos comenzaron a viajar, dejándonos solos a cargo de JaeJoong. -

- Ya veo. - TaeYong sacó las llaves de la casa de la bolsa de su pantalón y abrió la puerta. Era una casa con una pequeña sala y la cocina, al lado de la cocina estaban dos puertas, una que los dirigía al patio y otra que los llevaba a la recámara matrimonial; al lado de la sala había una puerta que los dirigía al cuarto individual con el baño y un gran ropero que en medio tenía la puerta para el baño.

Ya habían explorado toda la casa cuando recordaron que el carro tenía el maletero abierto con sus cajas. Cuando ya tenían las cajas en sus respectivos lugares ya eran las ocho de la noche. TaeYong se sentó en el sofá y Lisa se fue a la cocina para inventar algo para cenar.

- Oye, ¿qué te gustaría de cenar? - preguntó ella. TaeYong la miró y comenzó a pensar.

- No sé que podríamos cenar. - Ninguno dijo nada más. Lisa se dirigió al refrigerador y comenzó a ver que había de comer, habían muchas cosas pero no se le ocurría que cenar.

Vio un bote de helado de vainilla en el congelador, lo tomó y cerró el congelador para luego tomar una cuchara e irse con TaeYong a la sala.

- Ya está la cena. - Dijo mientras se sentaba junto a él.

TaeYong al ver el helado no pudo evitar reír. - Quien sea tu novio es un afortunado porque lo dejan cenar chucherías como le gusta. - Tomó el bote de helado y comió una cucharada de él.

- No sabía que hacer, normalmente no ceno como tú. - Tomó la cuchara y comió una cucharada del helado.

Ambos comenzaron a comer en silencio, lo que TaeYong veía en la televisión le había interesado a Lisa bastante, tanto que se quedaron hasta las 3 de la mañana viéndola.

Lisa apagó la tele. - ¿Vas a dormir?, yo me quiero ir a dormir. -

- Es nuestro primer día en nuestra casa, vamos a disfrutarlo. - Ella suspiró pesado.

- De acuerdo... ¿de qué quieres hablar? -

- No lo sé, ¿hay algo que no me haz contado? -

- Me llevo tus camisetas negras para que te acompañe a comprar camisetas grises, rojas o blancas. - TaeYong abrió los ojos como platos.

- ¿¡Eras tú!?, creí que mi madre las botaba porque ya no soportaba que vistiera de negro. -

- Yo no botaría tus camisetas y lo sabes bien. las uso como pijama o para andar en casa. -

- Ahora entiendo porqué me gustó tanto tu camiseta de la semana pasada, ¡era porque es mía! -

Lisa comenzó a reír. - Pues ahora ya no lo es, ya tiene mi olor. - la vio bien y se dio cuenta de que la camiseta gris que ella traía justo en ese momento era igual de él. - ¡Oye, esa camiseta que traes es mía! — exclamó fingiendo enfado.

— Ya no lo es. — Lisa rió y con sus dedos estiró un poco la camiseta para mostrarla. TaeYong tomó los bordes de la parte de abajo de la camisa y se la quitó a Lisa, dejándola solo en sus short y sostén. La pelinaranja de inmediato se abrazó a sí misma. — ¡No hagas eso! — chilló ella.

— ¿Por qué no?, ¿te da pena que tu novio te vea? — Lisa hizo rostro de puchero. — A mí me gustaría que no usaras sostén en la casa, aparte de que no tienes nada que ocultar sería una ventaja para mí. — Ella abrió su boca sorprendida, ¿había escuchado bien o TaeYong le dijo plana?

— ¡Dámela! — Exclamó Lisa, él negó y se fue casi corriendo al cuarto matrimonial, Lisa se levantó del sofá y lo siguió, terminando en la cama jalando la camisa de lado a lado.

— ¡Lalisa, no la jales! — Exclamó TaeYong molesto, ella no hizo caso y continuó. El teléfono de Lisa comenzó a sonar y ambos sin soltar la camiseta dejaron de jalarla y miraron al teléfono. — Es tu teléfono, contesta. — Dijo TaeYong.

Lisa soltó la camiseta y miró con enfado a TaeYong. Al tomar el teléfono vio que quien llamaba era Rosé, algo que le parecío muy raro y por eso contestó de inmediato.

— ¡Lisa!, tengo un dolor horrible y estoy sangrando, ¡por favor llevame al hospital! — Dijo Rosé mientras lloraba.



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Hola, bueno, perdónenme por no subir capítulo, la vida a veces me trata mal y aparte la otra historia me ha enganchando porque la hice inspirada en como me siento (obvio le cambié unas cuantas cosas)

Otra cosa es que pues aquí no sé que rayos hacer [?], aunque bueno, ya lo sé un poco y por eso estoy actualizando:^).

Noté que no hay capítulo 23 xD, ¿les parece que lo ponga con un recuerdo bonito de TaeYong o de Lisa?

¿Eres real? « TaeYong & Lisa. » [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora