Una Vida Sin Angeles Y Sin Demonios

Adios

8.-Las despidas siempre son las que mas nos cuestan.

Fabián regresaba a la escuela, los nervios de ver a Edgar le recorrían cada parte de su cuerpo, sentía ese extraño hormigueo desde la cabeza hasta los pies, tenía unas ganas inmensas de abrazarlo, pero no podría, si lo hiciera, ¿Qué le diría?, tendría que seguir callando su amor, o tendría que decir la verdad de una sola vez y lo más pronto posible.

Cuando entro al salón y los vio, sintió que las piernas se le desbarataban, y la sensación se intensifico cuando Edgar lo vio a los ojos, sentir de nuevo su mirada fue estremecedor, pero ahí no quedaría la cosa para Fabián, ya que Edgar no tardo en ponerse de pie e ir a su encuentro.

-Me da mucho gusto que ya estés aquí – lo abrazo y cuando estaban abrazados le dijo, casi en susurro – te extrañe.

-Gracias, yo también – iba a decir "yo también te extrañe" pero las palabras se le enredaron en la lengua y solo pudo decir – quería regresar.

-Que milagro querido Fabián, haber ¿Por qué no nos avisaste que te ibas? – dijo Yadira en un tono sarcástico, acto seguido, lo abrazo – nos preocupaste.

-Lo siento chicos no fue mi intención, me hablo el abogado y necesitaba unas firmas urgentes, así que tuve que ir de inmediato.

-Espero y para la próxima nos avises, para acompañarte – los tres se echaron a reír con el comentario de Yadira.

-De acuerdo, lo haré, ahora ¿están listos para los finales?

-Pues listos, listos, no lo estamos – contesto Edgar – pero bueno espero y no salir tan mal, ¿quieres alguna guía para que puedas estudiar?, te puedo pasar mis apuntes.

-Si gracias – Fabián estaba que no se creía la actitud de Edgar, volteo a ver a Yadira y esta le guiño un ojo.

Después de todo eso Fabián se sintió un poco más tranquilo, se olvido de que se había ausentado porque Edgar le había cuestionado sobre su amor, pero ya llevaba una semana en la escuela y no había pasado nada, podía respirar y estar a gusto a su lado.

Estaban a dos semanas de acabar el semestre, se irían de nuevo de vacaciones y tal vez en ese tiempo Fabián podría sacar a Edgar del corazón, pero algo que paso en esos últimos días, no solo hizo que Edgar no se le olvidara a Fabián, sino que hizo que lo sintiera más que nunca.

-Fabián, Yadira, tengo que hablar con ustedes, les tengo una noticia, me voy – Yadira dejo de jugar con su comida y Fabián lo miro fijamente – me seleccionaron para el programa del segundo semestre, parto en una semana.

-Wow, esa si es una sorpresa Edgar, como ya no me habías dicho nada, pensé que. . .

-Lo sé, pero bueno me aceptaron y la verdad tengo muchas ganas de ir.

-Me da gusto, así podrás estar cerca de Milena – ese comentario no le había caído bien a nadie y menos al que lo dijo.

-Pues sí, pero créeme que ahora que lo pienso, me da más gusto por la escuela, como me dijiste una vez Fabián, la escuela de Londres es la mejor, así que voy a Londres.

-Pues habrá que hacer una fiestecita o algo así, para despedirte.

-Estoy de acuerdo, jeje, que tal si nos reunimos en la casa de Fabián el viernes – Yadira no permitiría que su amigo se quedara sin una explicación de lo que sentía Fabián, y tampoco podía dejar que este último se quedara con sus sentimientos guardados – Claro esta si no te molesta ¿Fabián?

-No para nada, está bien – no sabía que decir, la respuesta de Edgar no era la que esperaba, el hubiese querido que dijera que sí, que se moría de ganas pro estar con Milena – Nos vemos el viernes entonces en casa.