Una Vida Sin Angeles Y Sin Demonios

Gane o Perdi

15.- No siempre el ganar es el camino correcto,

Muchas veces es preferible tener más derrotas.

-Vagabundos, rateros y asesinos fue lo que pudiste conseguir para pelear.

-Si no te gustan los hubieses salido a buscar tu, yo no estoy aquí para ser tu empleado Fabián, soy y seré uno de los demonios que ya gano una batalla de esta guerra, si él quiere ser uno de tus gatos, adelante – dijo Ángel señalando a Julio.

-No te exasperes, solo creí que podrías encontrar algo mejor, pero bueno esta gente no tiene escrúpulos y la verdad, es lo que necesitamos.

-Bien ¿y ahora qué, que es lo que vamos hacer?

-Encárgate de que todos sepan hacer algo, yo se que será casi imposible que alguno tenga un poder mas allá de lo humano, pero se puede mejorar, necesito que por lo menos sean una barrera para Vincent y esa otra ángel que quedo, mientras yo me hago cargo de mi hija.

-¿De verdad la vas a matar?

-Esa es una de mis opciones, si no consigo hacer que se quede conmigo, no habrá otra cosa más que hacer, ni ella ni nadie se convertirá en un obstáculo para mi.

-De acuerdo.

-Julio, sabes sin duda fue la mejor opción que pudiste tomar, cuando nuestro bando sea el ganador, no dejaremos que los ángeles vuelva a tomar control del destino del mundo.

-Sabes que no podía hacer otra cosa, por alguna razón mi vida depende de lo que salga de esa guerra y más me conviene apoyarla para asegurarme un mejor futuro del que esperaba tener.

-Aun así, tenerte con nosotros nos da una gran ventaja.

Fabián se sentía muy seguro de lo que podría conseguir ahora que tenía a ese pequeño ejército reunido, contando a los cuatro demonios, ahora el ejército constaba con veinte personas era lo que había conseguido reunir en tan pocos días. No tenía dudas de que al final el saldría victorioso y que de alguna forma u otra, la vida de Samanta tenia los días contados.

-¿Samanta? – entro Myriam a la habitación donde la joven había estado los últimos días, en la cama estaba la ropa, significaba que se había cambiado, se acerco al baño y llamo de nuevo - ¿Samanta? – el baño está igualmente vacio, dio una rápida mira al closet y al no encontrar a nadie llamo a Vincent.

-¿Qué pasa Myriam, porque tanto alboroto?

-Vincent, Samanta no está, se fue.

-¿Cómo que no está? – dijo Vincent y dio una mirada en la habitación.

-Esta niña fue con su padre, de eso estoy cien por ciento seguro.

Fabián se estaba reuniendo con su nuevo ejército, empezaba a dar las instrucciones que ahora seguirían.

-Y saben que con lo que Angel y Julio les enseñaron tendrán una oportunidad, tal vez una muy pequeña, pero les aseguro que podrán hacer algo, desde luego no irán solos, tal vez de hecho no tengan que ir a ningún lado – justo en ese momento Samanta entro en la habitación donde estaban reunidos.

-Has que todos ellos salgan de aquí ahora mismo – le grito a su padre.

-Te estabas tardando, la verdad es que solo pasábamos el tiempo, preciosa - Fabián no se sorprendió para nada, volteo a ver a su gente y dijo – que esperan, déjenme solo con mi hija.

-Pero Fabián.

-Déjame solo Julio, esto se arreglara solo entre ella y yo.

-De acuerdo, vámonos, todos salgan de aquí.