Un comienzo y un Final

2 0 0
                                    


6.- Nuestras grandes historias, comienzan con pequeñas cosas.

A pesar del tiempo que habían estado separados para Samanta y Fabián el tiempo no había transcurrido, tal vez no habían estado ahí en momentos específicos, pero después de arreglar lo de Germán ella volvió a ser una niña. Poco después del reencuentro se dispusieron a hacer un viaje a Francia, Fabián tenía un par de negocios que tenía que finiquitar para poder regresara a vivir definitivamente a México. Lo pasaron en compañía de Vincent, en ese tiempo Fabián también le explico a su hija como es que había empezado la relación él y como es que él le había ayudado todo este tiempo.

Llego el cumpleaños de Samanta en Francia, así que los tres se fueron a festejar, en un restaurante de lo más cotizado de la ciudad, donde había que reservar con un mes de anticipación si no eres alguien importante, pero para Vincent todo era más fácil así solo tuvo que llamar ese día en la mañana. Samanta se divirtió como una niña ese día, después de comer, salieron a dar una vuelta por los lugares más familiares de la cuidad. Había veces que creía que vivía en algo así como un cuento de hadas. Samanta tuvo que regresar antes que su padre por unos compromisos escolares, Vincent y Fabián tenían aun cosas que resolver en francia.

-Me da gusto haber llegado a compartir esto contigo - el comentario que acababa de romper el silencio de la alcoba de Vincent y Fabián, había sido estremecedor, de alguna forma había hecho que a Fabián se le erizara el bello de los brazos.

-No me gusto el tono de eso - dijo Fabián acercándose a donde estaba Vincent.

-Amor tengo que hablar contigo.

-Soy todo oídos, así que habla ¿Qué pasa?

-Fabián, yo no soy alguien normal, ¿Cómo te lo explico? - Fabián notaba a Vincent confundido - me mandaron a este lugar a una misión - con cada palabra Fabián entendía menos - y tú fuiste la misión.

-¿No entiendo?, ¿una misión? ¿De qué tipo?, ¿Quién te mando?, ¿Por qué yo? - la situación empezaba a molestar a Fabián, Vincent evitaba su mirada, pero él nunca dejo de buscar verlo a los ojos.

-Mis superiores querían que empezáramos lo antes posible con esta misión, pero yo ya me tarde mucho, y no puedo estar más tiempo aquí, llego el momento de irme.

-Vincent ¿de qué es que estas hablando? ¿Tus superiores? ¿Irte a donde? - Fabián ya no solo estaba molesto, ahora un gran miedo se estaba apoderando de su mente.

-Fabián soy un Ángel.

-¡¿Qué?!Un ángel, ¿y qué?, no es cierto, ¿Por qué me quieres tomar el pelo de esta manera?

-No es una tomada de pelo - cuando dijo eso, la habitación se lleno de una luz intensamente blanca - es verdad todo lo que te digo - cuando la luz empezó a bajar de intensidad, ante los ojos de Fabián, la silueta de un ser alado empezó a deslumbrarse.

-Pe... Pero ¿Cómo? - Fabián no pudo hacer más que sentarse, ya que sentía que las piernas se le empezaban desmoronar.

-Te dije que todo era verdad, tú fuiste mi misión, la cual era darte tiempo para que pudieras realizar tu cometido, ahora no puedo explicarte mucho de lo que te espera, pero sé que alguien más vendrá a hacerlo, yo he acabado, ahora me tengo que ir, espero verte pronto.

-Vincent, no puedes dejarme así, ¿cómo que alguien vendrá a explicarme?, por favor dime alguna otra cosa, ¿cómo que eso es todo?

-No puedo decirte nada mas, ya llegara el momento, ya llegara el día en el que alguien te explique para que te preparamos y lo que tendrás que hacer.

Una Vida Sin Angeles Y Sin DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora