Me llaman Diablo

Confianza

Me desperté por luz que rozaba mi cara. Abrí poco a poco mis ojos, encontrando me en mi cuarto. Con la mano buscaba a Dewis, y me di cuenta de que estaba sola en la cama. ¿Se había ido? Me incorpore sentándose en la cama, y apolle la cabeza en el cabecero de esta. Me había dejado sola. Un ruido me alertó, y me puse de forma de ataque, agarré el arma de encima de la mesa y le quité el seguro. Seguía apuntando y la puerta se abrió lentamente dejando ver a un Dewis con sus pelos completamente despeinados y en sus manos llevaba un bandeja con un desayuno completa que la verdad tenía una pinta delicisosa

-Buenos días

-Hola -Le di una sonrisa aunque me costaba

-Cómo no sabia lo que te gustaba, te he hecho un variado de todo

Me fijé en la bandeja, había fruta, cereales, tostadas, zumos de varios tipos de sabores. La verdad que todo perfecto, ya que yo no había comido mucho en estos días.

-Gracias

-Nunca me las des, si lo hago es por placer

Se puso junto a mí y los dos nos pusimos a comer. El se decidió por los cereales cuando yo elegí una tostada y un variado de fruta. Había manzanas, naranjas, peras... De todo un poco.

-¿No me vas a contar por qué estás así verdad?

-Soy una chica muy dura de "abrir"

Me miró con una sonrisa pícara.

-No pienses mal, me refiero a expresar mis sentimientos a otras personas. Ni si quiera a mi tío se cuento todo. Si algún día, creo que es necesario contarte, te prometo que lo haré

-Tranquila, esperaré todo lo que haga falta

-Gracias

Le cogí la mano, y la puse con a la mía a pollada en nuestras piernas. Yo no miraba a ningún punto fijo, pero sentí como el me miraba a mí ¿Qué estaría pensando?

-Sabes, creo que esta casa esta un poco sucia, y yo los tratos siempre los cumplo. Pero me hace falta un poco de ayuda, porque este piso es enorme.

Di un carcajada y lo mire -Vale

-Venga viste te cómoda y yo voy en busca de todo lo necesario.

Se levantó y salio de cuarto dejando me sola. Ya es hora de cambiar un poco. Vamos con el positivismo.

Saque del armario unas mayas grises con una camiseta que ponía "No Bitches, please" Me lo puse muy rápido, y cogí unas Vans, del mismo color que las letras. Cogí del armario una caja que tenía un poco olvidada. Tenía que darle una sorpresa a Dewis.

Baje las escaleras y me lo encontré con la escoba barriendo la cocina. Al verme aparecer se le puso una gran sonrisa en la cara. Yo solo son reí y le ten di la caja.

-¿Qué es?

-Ve al cuarto de baño, y lo veras

Cogió la caja con cara de duda, y al entrar al cuarto de baño escuche una carcajada por su parte. Yo solo son reí y seguí con el trabajo que Dewis había dejado a medias. A los cinco minutos salio con el uniforme de criada puesto. Tenia una pequeña falda que le llegaba por encima de las rodillas, la parte de arriba era un top palabra de honor que le dejaba ver el ombligo. Tenía puesto una diadema blanca, la clásica que sale en las películas. Al bajar para ver sus zapatos me di cuenta que no estaba depilado, y se podía ver todas sus piernas llenas de pelos. Empeze a reír sin parar, y volví a la tarea de mirar los zapatos. Tenia puestos unos tacones, aunque eran bajos. Yo no paraba de reír, esto podía con migo.