Verdades

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Diablo siguió su camino mientras en sus adentros estaba organizando todas sus ideas. Lo que sabía con seguridad era que la gran parte de su vida era una mentira, todo en el que confiaba le había engañado e incluso su sombra no era de fiar. Tenía que lograr acabar con todo, ya que tenía muy claro su futuro tras haber terminado de leer el diario de Víctor. Se estaba muriendo lentamente.

Cuando estaba llegando a la información apuntada unos meses atrás de que la secuestraran Víctor había descubierto que su sobrina padecía de cáncer. Lo peor es que se lo había escondido y nunca hizo nada para ayudarla a superarlo, al contrario se lo había callado todo este tiempo dejando que todo dentro de ella se consumiera. Según leyó le quedaban menos de tres años de vida, por ello todo dio un vuelco increíble a su alrededor. El tiempo se le acababa, todo se le iba de las manos incontrolablemente y ella no era capaz de parar ninguna de las acciones que ocurrían. Se moría.

Ella siempre decía que no le temía a la muerte, ya que su trabajo era darle a ésta diferentes almas para que les acompañara a la otra vida. Ahora era ella la que pronto seguiría ese camino. ¿Era una especie de castigo por nunca pensar en las consecuencias de sus actos? Algo dentro de ella misa se lo decía. ¿Cómo iba a despedirse de todos? Es lo primero que se preguntó al enterarse, pero entonces recordó que la vida que ella conocía había desaparecido completamente. Solo tenía a Dewis pero se negaba completamente a despedirse de él. Entonces pensó como sería ese momento, ella en una cama con la piel completamente pálida sin nada de vida en sus ojos, mientras Dewis había pasado muchos de sus mejores años en un sillón del hospital viendo operación tras operación como no podía hacer nada. Por ello tras pensarlo duramente, Alex decidió huir de todo, no quería dejarlo todo atrás, que llegara el momento que todos se olvidaran de su rostro. Aunque fuese doloroso.


Giró en un pasillo el cual estaba adornado con preciosas arañas que colgaban haciendo brillar todos los rincones, demasiado bello para su gusto. Mientras pensaba una figura negra salió de una de las puertas y ella sin pensarlo disparó. Se acercó y vio como este portaba un arme, la cogió y sacó todas las balas. Mientras andaba se las guardó en uno de sus bolsillos y después cargó a suya. Decidió ir hasta el escenario, quería dejarse ver a sus enemigos, que fuesen hasta ella si tantas ganas tenían de matarla.


Mientras caminaba tranquilamente susurraba una de sus canciones preferidas de Queen. Le encantaba su trabajo, tal vez había nacido para ello, aunque su tío hubiese ayudado bastante.



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Dewis corría desesperadamente por todos los pasillos mientras disparaba a todo lo que veía moverse, aunque nunca mataba directamente a nadie. Estaba desesperado por encontrarla, no podía permitir el genocidio que estaba a punto de ocurrir delante de sus ojos, él era el único que podía para al mismo Diablo. Bajó unas escaleras de caracol hasta llegar al escenario, donde se encontró con Jess tocando una melodía melancólica, llena de tristeza.

Al verle ella levantó la cara y sonrío, soltó el arco y se incorporó:

-Sabes que no eres tú quién debe matarme hoy- dijo mientras se recogió el pelo

-Tienes razón y encima parece que estás preparada para ello

-Conozco a D, se que es un arma letal, su maestro fue Víctor. Sabes, él nunca quiso enseñarme como hizo con ella, el porque no lo se.

-Mala suerte, porque ella ahora ha enloquecido

-No es la primera vez que la veo así, una vez en la calle un hombre estaba maltratando a un perro, yo solo cogí el perro y vi el comienzo de esa pelea, pero se perfectamente quien ganó nada más ver el comienzo. Sus movimientos eran rápidos, fuertes... Nunca seré como ella, tal vez por eso Víctor no quiso enseñarme.

Tal terminar su última palabra Diablo apareció por el otro lado del escenario, con la cara llena de sangre y sus pistolas en las manos. Su pelo estaba aún perfecto a pesar de la matanza que había cometido. Levantó su arma y apuntó a Jess a la cabeza.

-Dewis, ¿has visto a Víctor?

-Alex, cálmate. Vamos a pensar las cosas.

-No tengo tiempo para esto Dewis - le quitó el seguro a la pistola - Jess, ¿algo más que decir?

-Lo siento D, por todas las mentiras. Pero dime Alex, ¿no has hecho tú lo mismo? - soltó una carcajada - ¿No me has estado engañando todo este tiempo?

-Yo nunca he mentido con algo que te afectara a ti . D dio un paso adelante - Eres una... - D se quedó callada

-Dilo, una hija de puta. Dime algo que yo no sepa.

-Un momento - Dewis se interpuso entre D y Jess  - Jess, ¿tú sabías dónde estaba Alex secuestrada?

-Claro, al contrario yo ayudé y todo, pero se que ella no se lo pasó tan mal allí.

-Ella no - añadió Dewis - pero yo sí - le disparó en la pierna y ella cayó al suelo- Termina tú trabajo Alex.

Dewis se apartó y D se acercó a ella.

-Dime por qué, solo quiero eso y haré más corta tu agonía- Jess se retorcía de dolor pero nunca apartaba la vista de D.

-Porque con él me sentía amada, porque él era el único que me escuchaba. Lo que él me hacía sentir no tiene comparación con tú estúpida amistad, te volvería a engañar otra vez monstruo. Pero se hacerte más daño que matándote - Jess sacó su arma y disparó a Dewis que cayó desplomado al suelo, D sin pensarlo dos veces le disparó a ella a la cabeza y vio como moría delante de sus ojos.

Se quedó un momento viendo como se desangraba, no podía moverse cuando recordó a Dewis. Se giró y le vio moverse en el suelo, lentamente se acercó y le cogió en sus brazos, estaba inconsciente pero la bala había dado en el hombro. D cogió aire tranquila y rompió un poco de la camisa de Dewis para hacerle un torniquete. Tumbó a Dewis y con su traje puso su cabeza en alto. Le acarició la cara mientras susurraba que le perdonase. Cogió el pinganillo de su oreja e intentó llamar a quien fuese.

-Dewis esta herido, por favor que vengan a por él

.¿D? ¿Eres tú? - era la voz de Michael - ¿Dónde mierda estas?

-En el escenario, vengan a por Dewis.

-Quédate ahí.

-Voy a matar a mi tío, se lo debo a Dewis , me lo debo a mí.

-Quédate quieta.

Diablo rompió el pinganillo y besó en la frente a Dewis

"No mueras tú también Dewis" le susurró al oído y le apartó un mechón del rostro.

Se levantó y miró a las butacas, cuando escuchó aplaudir a alguien y al mirar al palca encontró a Víctor aplaudiendo.

-Que bonita pareja - gritó a pleno pulmón haciendo retumbar su voz por todo el teatro - Menos mal que has matado a tu amiguita, que pesadilla de mujer, al menos era buena en la cama.

Diablo disparó y le dio a la butaca que estaba al lado de Víctor

-No he fallado- gritó ella- cuando te encuentre me voy a asegurar de que sufras

-Buena suerte - rio él- Aunque si lo consigues estoy seguro que tu Romeo estará muerto también, que casualidad vais a honrar a Shakespeare llevando a la realidad su obra - Giró y subió cojeando las escaleras.

Diablo empezó a subir por una cuerda hasta llegar al paso de gato y tranquilamente cruzó el escenario, no antes sin mirar por última vez a Dewis.


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VEAN MI OTRA HISTORIA "CATÁSTROFE"     

Me llaman DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora