D se encontraba roncando en el sofá mientras Dewis la miraba con detenimiento. Se le ocurrían miles de preguntas como; ¿ ella había escapado sola del secuestro? ¿Alguien más estaba detrás de todo esto? ¿Qué le hicieron? D no le había contado nada, ni sobre su estado, él había visto con sus propios ojos lo que la habían hecho, pero ella seguía ahí, como si nada, con una pierna fuera del sofá y otra por encima del respaldo y roncando plácidamente. Ambos se encontraban en el piso de Dewis, el cual D nunca había visitado. Era curioso, todo el tiempo que llevaban junto siendo nada, y Dewis jamás le enseñó su casa, pero la de D se la conocía perfectamente.
D hizo un ruido raro y se despertó, miró a Dewis y después de varios segundos contemplando su rostro empezó a reír:
-¿Qué pasa Romeo? ¿Te quedas embobado mirando a la nada?
- Te estaba mirando
- Que bonito, me haces llorar. Venga tenemos muchas cosas que hacer para que te pongas a mirarme como un niño a su piruleta
-Ya no puedo ni mirarte
- No desees lo que nunca tendrás, Dewis
Dewis se quedó callado analizando la situación y a su mente le volvían a aparecer esas fastidiosas preguntas las cuales nunca podría responder.
D se levantó y estirazó todo su cuerpo como si de un gato se tratase. Miró a Dewis con algo de culpabilidad en su rostro:
-No te lo tomes a mal, ya me conoces, soy un monstruo vestido de papel mache que cada año que pasa se le cae una capa y otra, y creo que es el momento de que yo misma empiece a quitármelas antes de que otra persona lo haga y me dañe enseñándome la realidad tan de golpe
-Tonterías
-Estoy modificada genéticamente, matar para mí es un gozo y para otros un delito
-Nunca es tarde para cambiar
-Yo no puedo Dewis. Voy a salir ahora vengo
-¿A dónde vas?
-A encontrarme conmigo misma
&
D salió de la casa y respiró ese aire contaminado que de una extraña manera lo extrañaba. Sabía que esta como a unos tres manzanas de su casa, y podría relajarse. Andaba mirando al cielo sin nada en que pensar, escuchaba todos los ruidos con atención y le gustaba ver como todas las personas con sus vidas iban de un lado a otro. Se ponía a imaginar las profesiones, como serían sus vidas en sus casas, quien estaba casado, divorciado...
Cuando se dio cuenta ya estaba delante del rascacielos. Entró en recepción y subió por las escaleras para no encontrarse con dicho tío. Llegó al piso y justo al salir de las escaleras una sombra se abalanzó sobre ella y ambos empezaron rodar escaleras abajo. D se incorporó lo más rápido que pudo y empezó a golpear a esa persona y se retorcía de dolor. Le cogió por los pelos levantándola y pudo ver su rostro. Se quedó fría al ver que se trataba de su vecino;
-¿Qué coño quieres de mí?
-Eres una cabrona
-¿Quién te trae?
-Trabajo para tú tío idiota
-Lo imaginaba, así no te quejabas del ruido de los disparos (DEDICADO A TODOS LOS COMENTARIOS SOBRE EL VECINO)
-Se todo lo que tengo que saber y no te diré nada.
D lanzó su cuerpo al suelo, sacó la pistola de su bolsillo y le disparó en la cabeza. Dió media vuelta y volvió a subir.Llegó a la puerta de su apartamento, sacó las llaves y tan tranquila entró. No la cerro tras ella, y miró todas las cosas, que ahora estaban recogidas. Subió hasta la segunda planta, recogió algunas prendas que eras más cómodas, la foto de su familia, el móvil, el libro de Los Pilares De La Tierra que aún no había terminado de leer; en una mochila a parte metió su PlayStation y todos los videojuegos, junto a todas sus piezas de coleccionista de Assassin's Creed. Volvió al cuarto de su tío y vio el diario, lo metió junto a la Play. Miró toda la ropa de su tío, la juntó en un montón y la dejo en el balcón, le echó un poco de gasolina que encontró de su moto y le prendió fuego y también tiró todos sus relojes y las pertenencias que más quería pensó en sus adentros.
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Me llaman Diablo
Acción¿Nunca has sentido que otra persona compartía tu cuerpo? ¿Qué erais dos en uno? Ganas de salvar el mundo y a la vez de ser la razón de su extinción es lo que pasa por la cabeza de Diablo. Ni siquiera alguien como Dewis, alguien con una mente clara...