Marioneta

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Este capítulo esta dedicado a mi prima, @Auxiixd que gracias a ella soy lo que soy.

Sus dedos viajaban por la barandilla de metal, ese tacto que tanto anhelaba, el olor a canela y naranja que se colaba por sus fosas nasales gracias al ambientador que le regalaron ese cumpleaños. Al llegar al segundo piso pudo ver el desorden de toda la casa, nada estaba en su sitio, cojines por todos lados, papeles rotos... " Que desastre " dijo a sus adentros. Entró en su cuarto y vio que su cama estaba desecha, se preguntó quién había dormido en ella. Se tumbó y pudo sentir el olor de Dewis en la almohada, sonrió al recordar ese olor cada vez que se acercaba a él, era una buena sensación. Se quedó tumbada un buen rato mirando al techo reordenando bien toda la información obtenida en estos últimos días.

¿Quién era Jimmy? ¿Víctor un traicionero? ¿Dewis un despistado? ¿Justin? ¿Michael?

Se puso la almohada encima de su rostro, no servía para nada pero quería dejar la mente en blanco, era difícil, pero lo necesitaba por su bien. Tenía que dejar las cosas un poco claras solo para saber cual iba a ser siguiente paso. Mientras pensaba poco a poco su cuerpo se tranquilizaba hasta quedar completamente dormida

§

-Víctor, eso es una gilipollez

Ambos volvían al piso a paso lento para pensar bien todas su estrategia para la supuesta búsqueda. Dewis llevaba minutos hablando y queriendo cambiar de opinión a Víctor, el cual era una roca y no se dejaba convencer

-¿Por qué?

-Todo el tiempo que pasa pueden estar haciéndole daño a D, y nosotros estamos aquí quietos.

-Dewis no podemos movernos a la ligera ya lo sabes todo lo podemos perder

-Tengo la extraña sensación que no haces todo lo que puedes para salvar a tu sobrina

-Lo intento Dewis

Llegaron a la entrada del rascacielos. Tanta tensión había ya entre Víctor y Dewis que les costaba mirarse a los ojos cuando se hablaban. Nada era como antes, todo era confuso, con manchas opacas por todos lados. Ambos en silencio empezaron a caminar hacia el ascensor. Ahora más que nunca Dewis se fijaba en los acabados del techo y todos los detalles que tenía en vestíbulo. Los sofás color pastel moderno, y con una mesa completamente de cristal y en lo alto de esta una revista de moda. Al pasar cerca del mostrados una muchacha rubia le sonrió con picardía y él le giró la cara, no estaba de humor para aguantar eso. Víctor pulsó el botón para llamar al ascensor y la espera se le hacía eterna, este silencio incómodo le ponía de los nervios, quería llegar y tumbarse un rato.

§

D se levantó después de la siesta reparadora que le sentó estupendamente a su espalda. Tantos días en esa silla le había pasado factura a cada hueso de su cuerpo. Se levantó y se estirazó, echaba de menos su cama. Salió del cuarto y fue hacia el cuarto de tío, tenía que saber más. Al entrar vio que al contrario de toda la cada el cuarto de Víctor seguía intacto, la cama con el nórdico gris perfectamente hecha, cada cojín en su sitio... Estaba perdida en sus pensamientos y algo le llamo la atención, debajo de la cama un cuaderno asomaba, al agacharse pudo ver como en él estaba escrito con la letra de su tío.

Después de leer las primeras hojas le entró una furia que estaba dispuesta a pegarle un tiro en el mismo momento que entrase por la puerta. Tiro el libro y le pegó una patada, no podía más, quería explotar y le pegó un puñetazo a la pared el cual no se inmutó. Con sus manos echo su larga melena hacía atrás y empezó a pensar que era lo que debía hacer. Escuchó como la puerta se abría y se dio cuenta de que tenía que salir de ahí, ya que Víctor no era la persona que decía ser. Salió del cuarto con la espalda pegada a la pared y escuchó atentamente :

Me llaman DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora