El despertador me despertó, por una vez en la vida de mi agradable sueño. Estábamos Dewis y yo en la fiesta, pero no haciendo una misión, sino los dos bailábamos al compás de la música. Era una noche perfecta. Pero como no, llegaba el despertador para despegarse de él.
Bajé a la cocina, y me encontré a mi tío partiendo fruta.
-Hey D, ¿te apetece fruta?
-Si te digo la verdad, voy a prepararme una tostada
-Perfecto, la fiesta empieza a las cinco de la tarde, así que es perfecto por si quieres venir con migo a la oficina para ultimar detalles
-Prefiero quedarme en casa y descansar
-Claro, como tú prefieras
-Gracias tito, eres el mejor
-Lo sé cariño -Mi tío hizo una sonrisa triunfadora
-¿No te lo tienes creído? ¿A qué no?
-No, sólo un poco. ¿Qué hago? Tienes un tío que es la bomba
-Un bomba de relojería, vamos a terminar de desayunar
-Vale, pero, ¿vamos a la terraza?
-No tengo ganas, ve tú si quieres, yo me quedo en la cocina
-De acuerdo, te dejo sola
-Adiós bomba
Mi tío pego un grito agudo y levantó su mano, como si de tratase de una animadora
Nada más que salió de la sala, saqué el móvil del bolsillo de mi pijama y le escribí a Dewis
*Hey Dewis*
*Dime D*
*Esta tarde ven a mi casa, te voy a enseñar las últimas cosas para la misión*
*¿Qué cosas?*
*Sorpresa, llégate a las dos*
*Vale, hasta ahora*
*Adiós*
La verdad, no sé qué le voy a enseñar, sólo quería pasar tiempo con él.
Empezé a devorar mi tostada, y apareció mi tío. Dejó el plato encima de la encimera, y se fue de la cocina sin decirme palabra. ¿Pero a este qué le pasa?
Al terminar, salí de la cocina y subí a mi cuarto, tenia que dejarlo decente para cuando viniese Dewis. Empezé a hacer la cama, después recogí todas las revistas que tenía en el Suelo, y limpie el polvo. Mientras me encontraba barriendo el suelo, apareció mi tío por la puerta.
-D, me voy a la oficina, a las cuatro estoy aquí, ponte uno de tus mejores vestidos, hay que triunfar hoy
-Vale tito, adiós
-Ten cuidado, te amo
Uish, ¿y ahora tan cursi? ¿pero a este hombre qué le pasa? No le heche cuenta y seguí con lo mio. Al terminar y mirar el reloj me di cuenta que sólo quedaba quince minutos para que Dewis llegara. Tenía que correr a ducharme.
Me metí en la ducha corriendo, y de la prisa que tenía me empezé a duchar con el agua helada, no me importaba, tenía que acabar. Creo que tarde dos minutos, y me dirigí al armario, y saqué unas carzonas junto a una camiseta amplia. Al ponerme de pata coja para ponerme las carrozas caí al suelo, y allí mismo me las puse. La camiseta era más fácil y me la puse enseguida. Recogí mi pelo en una cola alta, para no tener que sacarlo.
Baje al salón, y allí empezé a ordenar los cojines, y todo. Al terminar de colocar el último cojín en su sitio, llamaron a la puerta. Fui corriendo para abrir, y al hacerlo me encontré con un ramo rosas blancas (Mis preferidas) y detrás a un Dewis un poco avergonzado
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Me llaman Diablo
Acción¿Nunca has sentido que otra persona compartía tu cuerpo? ¿Qué erais dos en uno? Ganas de salvar el mundo y a la vez de ser la razón de su extinción es lo que pasa por la cabeza de Diablo. Ni siquiera alguien como Dewis, alguien con una mente clara...