Cujania

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Mi nombre es Cujania y soy la cría de Embali. He sido la única de la camada que ha sobrevivido, bueno, de esta camada y de todas; mi madre no ha tenido mucha suerte... Soy su última oportunidad. De ahí el significado de mi nombre: "la superviviente".

Ahora tengo seis meses y soy pequeña, vulnerable, energética, asustadiza, curiosa e inteligente. Y lo que nunca cambiará es que tengo la nariz rosa y tres manchas a cada lado de esta.

A pesar del poco éxito de Embali con mis hermanos, es una madre muy cariñosa y una de las mejores cazadoras del lugar; nunca me falta comida. Lo malo y, seguramente, su error, es que me deja sola varios días para ir a cazar. ¡Una vez me dejó hasta cinco días completos! Aunque, cuando regresa, me cuenta lo que ha estado haciendo... Recuerdo que me contó que empezó a acechar a una cría de antílope. Luego, bien concentrada en su presa, avanzó lentamente; agachada y camuflada en la vegetación. Todos sus movimientos estaban calculados y estudiados. Entonces, ¡consiguió una velocidad increíble en tan poco tiempo, que atrapó al pequeño y joven antílope; le clavó sus dientes en la tráquea hasta matarlo! Después le arrancó la piel; mi madre dice que es por higiene. Y empezó a comer por la tripa, que es la parte más blanda, y terminó rápidamente; por el pequeño tamaño del animal.

Llevábamos dos días separadas y yo estaba escondida en un matorral, pero, cuando escuché que me llamaba, salí a saludarla cariñosamente. Empezamos a jugar y, luego me acicaló; esto servía para reforzar nuestra relación de madre e hija.


Enseñanzas de los leopardosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora