Mi madre me quiso enseñar a trepar para mejorar mi destreza. Me llevó hasta un árbol alto y con el tronco muy recto, ¡no había nada mejor para aprender! Pero, resultaba que mi madre había dejado algo de comida en él.
Obviamente, solo llegué hasta la mitad y, posteriormente, me caí. Mi madre subió con facilidad. Yo no lo conseguí.
Pasaron las horas y mi madre bajó. De hecho, la costó bastante. Me reí y ella me dijo que subir no era tan complicado como bajar. Luego, nos despedimos y se fue.
¡Jo! ¡Otra vez sola hasta que regresara con más comida!
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Enseñanzas de los leopardos
AdventureDos leopardos hembra, de la reserva de Timbavati, narran sus respectivas experiencias desde que son pequeñas hasta su madurez: el coraje de sus madres para alimentarlas y protegerlas, el peligro que suponen otros depredadores, las aventuras de apren...