Arreglé todo como se debía. Ya había ordenado la habitación y la casa en general estaba reluciente.
Sonreí al ver una foto en la que tú besabas mi mejilla, éramos muy jóvenes, aún recuerdo ese día. Aquella vez habíamos ido de visita a la casa de tu madre ya que era su cumpleaños, en ese momento me llevaste a un parque cercano y ahí me declaraste tu amor, era obvio que me gustabas, así que acepte sin ningún titubeo, después de todo, te conocía desde los cinco años y me hacías sentir muchas cositas aquí dentro.
Sí, tú y yo, desde tiempos anteriores tenemos un amor correspondido, es por eso que siempre confío en ti, te amo tanto que pongo mi vida en tus manos con los ojos cerrados.
- Lo siento amor, no te molestes conmigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.