Cita

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Riko llegó justo a tiempo para recoger al castaño, pero retrocedió lentamente al ver al pelinegro.

—¿Q-Qué lo trae por aquí? Ya cerramos.

—Vine por tí, Kōki.

—¿Por mi?— preguntó, confundido.

—Si. No había podido venir. Pero desde ese día he querido venir por ti. Vamos. Te acompañaré a casa.

—Pero vendrán por mi.

—¿Quién?

—Riko... Es mi prima...

Riko sonrió, sacó el teléfono y llamó al castaño.

——

Ambos se exaltaron al escuchar el teléfono del castaño.

Kōki lo sacó rápidamente (y de forma torpe),, y vio quien era. Respondió —¿Si?

—No podré recogerte. Puedes decirle a Himuro si te trae

—Él no vino. Fue a Yōsen. Mura-san y él tenían una cita. Yo....— miró al pelinegro y cubrió la bocina del teléfono— ¿De verdad me acompañaría a casa?

—Por supuesto— sonrió satisfecho.

Se avergonzo debido a la sonrisa y desvío la mirada. Concentro su atención en el teléfono —Riko. Alguien me acompañara.

—¿Quién? ¿Akira?

—No-No... Es Mibuchi-san...

—jee cuidadito. Se ve va directo a casa y nada de coqueteos.

—¡Riko!— exclamó.

Seijūrō se preguntó que le habían dicho al otro lado de la línea para que el castaño se pusiera rojo.

—¡Adiós!— cortó la llamada antes de seguir escuchando las cosas insinuantes que le decía la castaña

—¿Vamos?

—C-Claro.

———

Seijūrō caminaba a la par del castaño. Le gustaba observar sus gestos. Kōki era adorable, pero también tenía ese porte varonil.

—Ya estamos por llegar— anuncio cuando llegaron al parque.

Seijūrō miró al rededor y vio una pequeña cafetería. No preguntó. Tomó al castaño de la mano y lo arrastró a ella..

Kōki se sorprendió al ser jalado pero al llegar a la cafetería se tranquilizó —¿Qué hacemos aquí?

—Cenar.

—Pero...

—Un mesa— ordenó y un chico rubio rápido los atendió.

Un tímido Kōki se sentó donde el pelinegro le indicó.  Miró sus manos al notar que algunas mujeres y donceles susurraban cosas sobre Seijūrō, y sobre qué hacía sobre él.

Soltó un suspiro de fastidió. Al escuchar las, nada, discretas habladurías sobre él y el castaño.

—Kōki— el castaño respingo —. Cuéntame sobre tí. Sobre tu familia.

—...— ¿Le diría la verdad?...  —Pues somos mis papás, y tengo un hermano mayor.

—¿En qué reino están?

—En Seirin— sonrió—. Amamos Seirin. Y mi hermano está por casarse.

—¿De verdad?

—Si. En menos de un año.

Seijūrō siguió escuchando las travesuras que ambos les hacían a sus padres.

—¿Y qué hace tu papá?

—... Pues... Ammm... ¡Pastelería! Tiene una pastelería.

Miró confundido al castaño —¿Sí tiene una pastelería, qué haces en las de Atsushi... Digo, en las del príncipe Murasakibara?

Se puso nervioso —Amm... ¿Estan planeando asociarse?

Seijūrō notó que Kōki no quería hablar de ellos. Así que cambió la pregunta —¿Qué tal tu día?

—Bien. ¿Y Seijūrō-san?

—Muy bien. Más que hoy pude verte.

Kōki se sonrojo por el tono usado y la mirada que el pelinegro le daba.

—Eres muy lindo, Kōki.

—Sei-Seijūrō-san— susurró avergonzado.

Sujetó la mano del castaño y entrelazo sus manos — La verdad es que me gustaría conocerte... Salir contigo...

Kōki no sabía ni que decir ¿Le estaba pidiendo salir?

—Me gustaría que comenzaremos  una relación.

Kōki miró sorprendido al pelinegro. Al igual que los demás en el restaurante.

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