Miradas

Informe

—¿Descubriste algo?— preguntó Riko al peliceleste. Ya había pasado una semana.

—Confirmado. Vive en la casa de Reo. No pude seguirle rastro del empleo, ni quienes son sus padres. Supongo que Reo es su primo.

—Ya veo... ¿Será confiable?

—Siento que sí. ¿Sabes? No me dió desconfianza.

Riko miró seriamente al ojiceleste —Bien. Confío en tí.

Asintió —Nunca dejaría en malas manos a mi cuñado.

—Bien. Mantendré un ojo sobre él.

—Si... ¿Ya le diste a Kōki?

Asintió —Ya sabe. Ha dicho que lo pensara. Es en tres  meses.  Tiene tiempo.

—Espero para ese entonces que Kōki ya le diga la verdad a su "novio".

—No lo sé. Piensa que tal vez Mibuchi lo tome mal.

—Él  deberá comprenderlo.  Si de verdad lo ama.

Riko soltó un suspiro —Eso espero. No quiero verlo sufrir.

Quería a Kōki como un hijo. Lo vió desde que nació.

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Dos meses después.

Kōki soltó una risa ante las ocurrencias de su novio.

Tenían  4 semanas de novio.

Había aceptado después de un mes de conocerse.  No tenía dudas.   Seijūrō era perfecto. Era  un varón inteligente y muy astuto, le gustaba eso de él.

Solo había un problema... Nunca se habían besado.

—¿Kōki?— el castaño se miraba muy pensativo.

—Si— farfulló saliendo de sus pensamientos.

—... ¿Quieres caminar por el parque?

—Encantado.— respondio entusiasmado.

Seijūrō sujetó la pequeña mano de su novio, y caminaron hacia el parque. Era sábado en la noche. Había invitado al castaño a cenar.

Le encantaba pasar tiempo con su novio. No había sido tan feliz como cuando Kōki le dijo que si quería ser su novio. Ahora la situación era que no lo había besado, se moría por besarlo y tenerlo entre sus brazos, pero no había encontrado el momento perfecto para hacerlo; quería que fuera un momento más especial para Kōki.

—¿Seijūrō?

—¿Qué sucede?

—No me escuchaste— afirmó.

—Lo siento.

—Te decía que en un mes voy a viajar a Seirin. Tardaré unos días en regresar.

Se detuvo —¿Vas a Seirin?

—Sí... ¿Por qué?

—En 4 semanas harán un evento se Seirin... En el palacio.

—¿Pa-palacio?

—Si. Quisiera que me acompañes.

—¿Cómo es que Seijūrō está invitado al palacio?

Rasco su nuca —Larga historia ¿Aceptas?

———

Estaba en pánico ¿Cómo que  Seijūrō asistiría al palacio?

———

Notó que su novio se debatía en algo. Sujetó su mentón e hizo que lo mirará.

—Quiero que me acompañes. Realmente lo deseos... Pero si aceptas ir conmigo, me gustaría encontrarme contigo en el jardín del este. Me gustaría decirte algo antes de entrar al palacio de Seirin.

¿Decir algo? ¿Lo había descubierto?... Era mejor decirle todo —Acepto.

Seijūrō sonrió… y besó Kōki.

El castaño gimió sorprendido ¡Su primer beso! Cerró los ojos y disfruto de la calidez de su novio.

Seijūrō se separó y apreció los labios rojos y mejillas sonrojadas —Te quiero, Kōki.

Se sonrojo y abrazó al pelinegro ocultando su rostro —Yo también te quiero.

Seijūrō rio, y besó nuevamente a su novio. 

———

Caminaron al complejo de departamentos.

Kōki se avergonzo al ver la mirada de los demás sobre ellos. Sinceramente nunca pensó en tener novio, y mucho menos gustarle a alguien, y que ese alguien fuese Mibuchi Seijūrō, un hombre mayor.

—Espero poder ir mañana por tí— dijo, besó una vez más castaño.

Kōki respondió gustoso su tercer beso.

El pelinegro se alejó y él entró al complejo.

—Muy guapo tu novio...

—¡Hermano!— gritó feliz y corrió a los brazos de su hermano mayor.