Miradas

Príncipe

Masaomi y Shiori miraban a cada oportunidad la entrada del gran salón. 

Su hijo ya había tardado bastante ¿Kōki lo había rechazado? Esperaban que no. Tenían tiempo que no miraban a su hijo tan feliz.

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Al otro extremo, Kiyoshi  Furihata Teppei y Hyūga Junpei de Kiyoshi miraban la entrada del salón ocasionalmente.

Esperaban que el varón aceptará a su hijo. También esperaba que no se aprovechará de la situación.

El día que estaban celebrando ya había pasado a segundo plano. Les interesaba más el corazón de su único hijo doncel.

A diferencia de Taiga, quien siempre amo el reino para gobernarlo, Kōki era un doncel que nunca le gustó ser un príncipe. Por eso nunca lo dieron a conocer a los demás reinos.

Kōki siempre fue un niño tranquilo que prefería estar encerrado leyendo un libro, jugando o viviendo películas que asistir a las reuniones.

Aún así, cuando asistió a la academia conoció a sus amigos. Algunos de esos amigos terminaron siendo novios de otros príncipes. Principes que conoció gracias a ellos.

Un ejemplo era Murasakibara Atsushi, un príncipe muy querido para Kōki. Por eso no dudaron en darle la libertad a su hijo de trabajar con Himura Tatsuya, prometido del principe de Yōsen.

Sabían que a los 21 su hijo ya tendría que estar casado, pero el trabajo y viajar había retrasado la boca. Y ninguno de los dos se atrevía a obligarlo casarse.  Esa razón había sido fundamental de dejarlo ir, tal vez podría conocer a alguien... Y vaya que lo había conocido. Solo esperaban que fues un buen varón con Kōki.

El golpe del bastón resonó llamando la atención de los invitados.

—Principe Seijūrō de Rakuzan, y príncipe Kōki de Seirin.

Shiori y Masaomi miraron incrédulos la entrada ¿Había dicho príncipe Kōki? ¿Habían escuchado mal?... No. No lo habían hecho. El castaño que acompañaba a su hijo era el mismo doncel de las fotos.

Kōki se apenó por las miradas y más al notar que miraban impresionados que iban tomados de la mano.

Taiga miraba incrédulo ante esa situación ¿Cómo que Kōki iba de la mano del pelirrojo? ¿Y Mibuchi?

Junpei casi se desmaya ¿Qué estaba pasando?

Muchos comenzaron a murmurar. No solo porque iban tomados de la mano. Sino porque habían dicho príncipe Kōki de Seirin.

—¿Qué significa esto, Kiyoshi? ¿Había otro hijo?— preguntó un hombre peliverde.

Rápidamente Teppei aclaró su garganta y llamó la atención de todos.

—Gracias por asistir esta noche. Muchos de ustedes se han de preguntar el motivo del porque los he citado. Kōki...— el castaño se acercó a él, el pelirrojo tuvo la prudencia de mantenerse alejado —. Solo algunos sabían del nacimiento de mi pequeño Kōki, fruto de mi matrimonio con Junpei. Nunca lo anunciamos ya que Kōki nació enfermizo. No sabíamos si viviría. Lo hizo. Vivió. Pero Kōki no le gustaba estar entre nosotros, con la realeza. Por eso no lo habíamos presentado.... Y ese es el motivo de esta reunión. Él es Kōki, nuestro único hijo doncel.

El castaño sonrió al ver la cara de algunos de sus amigos donceles. Nunca les había dicho su procedencia. Pues la mayoría sería príncipe o rey por matrimonio.

Seijūrō observó la sonrisa traviesa de su novio. Sonrió al verlo así.

—Seijūrō...

Giró —Taiga.

—Tú me debes explicar mucho, Mibuchi Seijūrō.