22. Sirena

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POV'S Stuart

El tiempo ya no transcurría como antes, los días y las noches parecían eternas, haciéndome pensar que nunca saldría de esta sucia isla de plástico.

La amistad que antes había tenido con Murdoc se perdió desde la grabación de "el mañana", lo único que le importaba era el dinero y la atención de todos.
Lo bueno de estar aquí con él era que podía disfrutar de las bellas vistas de lo océano y el cálido sonido de las olas a solas. De vez en cuando el me acompañaba a observar del paisaje sin decirnos nada, a veces era agradable saber que no estaba solo en esta isla. Pero esta no fue la ocasión.

La luna ya se asomaba por el cielo, resplandeciendo como siempre, acompañado de las bellas estrellas. Me gustaba pensar que al platicar con la luna alguien desconocido también lo estaba haciendo en ese momento, como amigos a distancia pero sin saberlo. Era luna llena, las olas creaban sonidos relajantes. Siempre me pregunté si había otros seres vivos a bajo del mar o en el mismo universo, era loco saber que diferentes culturas del otro lado del mundo dibujaran y crearan historias de una misma criatura.

Me encontraba sentado cerca de la orilla del mar, apenas tocando el agua con mis pies desnudos, era bonito ver el reflejo de las estrellas en el agua.

De la nada empecé a escuchar un dulce canto que provenía de quien sabe donde, desconcentrándome de mis pensamientos, me arrullaba esa suave voz.

Me pareció haber visto un ser con gran similitud a un humano, primero pensé que era algún pirata que había quedado a la deriva en la batalla, pero descarte esa idea porque tenía... ¿Cola? Esta criatura se aproximaba a la arena rosada, el canto no paraba de oírse, era más intenso que antes. Inconscientemente me alejé del agua, pero sentí como unas manos me habían atrapado mis piernas, arrastrándome hacia ella. Grité, grité lo más que pude, pero nadie venía a mi rescate.

El agua ya estaba haciendo de las suyas, estaba completamente debajo de ella. Trataba de nadar, pero me fue imposible hacerlo. Miré a donde estaba aquella criatura, tenía una sonrisa burlona. Sin querer, tragué agua, era inevitable, sabía que iba a morir. De repente, todo se volvió oscuro.

(...)

— Ahhh...—desperté en una cama, al parecer era la habitación de Murdoc. Escupí agua, no sabía que estaba pasando— ¿q-qué sucedió?

— Te ahogaste imbecil, las olas eran muy altas y te llevo una—se sentó a lado mío, destapando una cerveza—. Tuviste suerte de que me avisara el pedazo de chatarra, pensó que te escapabas.

— Pe-pero yo vi algo ahí a bajo del mar, no fue una ola.

— ¿Así? ¿Cómo era?

— Te-tenía cola de pescado y su otra mi-mitad era de un humano.

— ¡Oh! ¡Satán mío! ¿Escuchaste un canto o algo parecido?

— Sisisi, ¿cómo lo sabes?

— Viste a una sirena amigo—sonrió y me empujó levemente—. Una pregunta más, ¿no te salvó Peter Pan?

— ¿Qué?

— Bueno, si viste una sirena, supongo que te salvo Peter Pan.

— Pues... No me pareció verlo, ¿tú sí?

— Agh, demonios face-ache, las sirenas no existen—bebió de la lata.

— ¿Y Peter Pan?

— Tampoco, yo fui quien te salvó, deberías de agradecerme.

— ¡P-pero yo la vi! Ella me agarró y me arrastró hacia el mar—no podía entender lo que estaba sucediendo, ¿por qué no me creía?—. Mira, me dejó marcas—le enseñé mis piernas que estaban tapadas por una delgada sabana, pero no había nada.

— Solo es un cuento que te conté la otra vez 2d—se levantó de su silla y me miró por unos segundos—. Que descanses, te deje en la mesa un poco de comida y dulces—se dirigió a la puerta, pero se detuvo antes de salir—. Por favor, no te vuelvas a ir.

Drabbles [2doc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora