Lienzo

7 0 0
                                    

Tu cuerpo mi lienzo eterno
Mis manos, solo unas estrellas sin luz
Tus labios, mi más pura claridad
Tu mirada, mi eternidad.
Callada caminas, entre mis mantos blancos
Un beso, una copa cortada, sangre que corre
Por mis brazos, sonríes me vuelves a besar
Callas nuevamente, y me embriagas con tu mirar.
Bailarina de la noche espectral,
Llevas en tu danzar
Mi alma que vive en su penar
Una pena lleva cual puñal
Puñal que hace sangrar
Mi ya tan dañado corazón.
Suspiras, me abrazas, algunas veces sueles mirar sin rumbo alguno
En tus brazos, deseo descansar
Mis labios lo dicen sin pensar
Lloras, ries, eres una fuente de emociones
Emociones que destruirían incluso al caballero más valiente
Valiente corazón, alma sin salvación, una pena que ahora se extingue
Cual humo de nuestros cigarros.
Llevas mi alma en tus manos, enciendes mis noches
Noches frígidas, antes de tu llegada
Llegada que destruyo mi dolor, hoy reposa entre mis sabánas negras
De desgraciado resplandor.
Abrazas, besas, vuelves a sonreír
¿A donde quieres ir?
Tus labios lo dicen pensando
Pero mi corazón responde esta vez
El empíreo estaría celoso de nuestro amor
Nunca hubo ángel que amara un demonio
Como sucede hoy, llevame entre tus reinos
Reinos de luz, y yo te llevaré a conocer mi oscuridad
Oscuridad de cálido resplandor
Resplandor que abraza las almas de dolor
E incluso a aquellas que aclaman amor.
Tus brazos, mis alas, vuelas sin rumbo alguno
Cielo carmesí, una melodía calma
Y un dulce amanecer,
Que sean los eternos testigos y culpables
De mi ya tan aclamado perecer.
Me llevas, me besas, me dejas reposar entre nubes de algodón de Indias
Yo te digo sin sonrisa alguna
Que soy indigno de tu amor
Porque los demonios no aman ángeles
Pero tu callas, y simplemente me brindas tu calor.
Noches eternas te he amado
Noches frígidas te he esperado
 Y entre los frutos de tu amor
Hoy me he embriagado
Llevame, luz eterna, aclamo perdón
Oscuridad alejate del alma mía
Alma que hoy encontró el verdadero
Gusto por aquellos que los filósofos desconocían
Aquel misterio, de pálido carmesí resplandor
Llamado amor.

Canciones de una alma desesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora