Canciones de una alma desesperada

Donde caen mis versos

Donde caen las cálidas gotas de tus tersas mejillas, ahí he de besarte, porque tu alma se muestra en su pureza en aquella belleza de tu llanto, y aunque suene un tanto errático, amarte con dolor es lo que me apasiona hacer, es que amor no es simplemente adorarte con felicidad y quizás con una vaga sonrisa en el rostro, es adorarte incluso en tus momentos de dura catarsis y cuando sientas que el mismo cielo se cae a nuestros pies, es cuando mis versos más puros nacen, y tus sonrisas más oscuras describen tu dolorosa felicidad.
Donde tus sonrisas terminan, ahí he de besarte, porque tu felicidad se extinguió y aquella bella luz que poseías se apagó, y ahora camino con una venda de dolor en los ojos, piadoso los dioses que ven mi sufrimiento con ojos de desden, porque ellos no acudirán a la caída de nuestro amor pero celebraran en sus cielos de tormenta que los mortales más desgraciados han acabado con su amor, celebraran mientras nosotros lloraremos abrazados con una aura de dolor, que ni los corazones más puros han de sentir.
Donde el sol cae tras tu blonda cabellera, es de donde debo huir, porque largos fueron los amaneceres que desperte cerca a tu pecho y ahor lloro cual niño, diciendo que te apiades de mi sufrimientos pero es inútil rogarte, diosa mía, porque que te alejes es una necesidad, es destino y este mortal solo es un poeta de su propio dolor, musa de mis cuchillas, huye ahora antes de que mis labios reclamen tu piel.
Donde mis versos caen, ahí he de escribir nuestra historia, porque solo mis líneas son el recuerdo de nuestro amor que fue tan dulce pero lo dulce se tornó doloroso, y solo son líneas desesperadas ahora para tener tu vivo recuerdo entre tinta negra, pero ve, ve  ángel mío, vuela entre otros cielos y dejame descansar esta noche en tus alas pero cuando raye el alba dejame en cielos de tormenta morir."