Canciones de una alma desesperada

Tinta negra

Poemas negros de dolor
Tinta gris para narrar
Una suave brisa que ha de reposar
Bajo la noche cálida en tu faz.
Poesía de dolor, no de amor
Desamor eres tu como vida
Y vida eres tu como dolor
Dolor eres maravilla
Maravilla de llanto y clamor.
No escribo para tus sonrisas
Ni para tus amantes de noches
Escribo para aquellos que
Del dolor mismo se esconden.
Corres como un velero sin rumbo
En este ancho mar de pasiones
Pasiones que un día habitaron
En el calor de nuestros corazones.
No temas, dijiste con tu dulce voz
Mi partida no es un hasta luego
Es ya un adiós
¿Entonces a que no debía temer?
¿A ser rechazado por tu querer?
Noches enteras de vela
Sangrienta luna me miraba
Como si de unos amantes se tratará
A aquellos que ahora das el futo de tu amor
Como si el amor que te habia dado ya no importaba.
Que calles, hombre que sollozaba
Me dijo una voz en mitad de la noche
¿No notaste que ella no te amaba?
¿O es que su falso amor te cegaba?
Ella me amaba, amaba como el río ama al mar
Como el viento ama a la lluvia
Como el sol a las estrellas
Y como un triste poeta al mirar
A una dulce bailarina con su elegante danzar.
Dulzuras me has hablado del amor
Pero ¿no te has enterado?
Tu amor ya se he acabado
Y la soledad misma hoy te ha embriagado.
Perdoname si miento,
Pero la soledad que yo ahora siento
Es como una negra frescura
Como el beso de la muerte misma.
Es el único beso desde ahora que has de recibir
Cuando la noche, las estrellas, y yo
Hemos de partir
Tus poemas, y tus súplicas moribundas, se han de cumplir.
Pero ¿quién eres tu que me ha hablado?
¿Ahora los dioses de mi se han apiadado?
¿O solo eres un ángel de la muerte que el mismo maligno me ha enviado?
Desconzco de aquello que me has hablado
Respondió con despecho aquella sombra
Solo te dire que hoy mismo
El fuego de tu vida se ha apagado.
Las velas se apagaron, el silencio reinó
La oscuridad entró como un ladrón a aquella habitación
Los pajaros cantaron sin tacto alguno
Y al amanecer un cuerpo se halló.
Sus rimas se han apagado, oh poeta,
Has reinado en tu mismo mundo
Y ese mundo hoy ha terminado
Solo por haber amado
A una mujer misma que ya te había traicionado.
Sonriente yacías sobre tu lecho de muerte
Mirada perdida al cielo
Una flor en pecho
Como si los perdones de tus pecados se te había otorgado.
Mis poemas son tristes como tu vida fue
Mi tinta se ha secado, ya no es gris color
La suave brisa ya se ha esfumado
Y la selena amante ya reinó.