Heaven'S Garden

V : Posesión

Junto con la semana también llegaron las primeras clases, en donde pude determinar y conocer a la clase de personas que se encuentran en la mansión.

Logré conocer al resto de las hermanas de Heaven'S Garden.

Las hermanas Charlotte, Adelaida y Harriet son las encargadas de las clases de Historia, Matemáticas y Lengua. Pero por desgracia, son igual que el resto de las hermanas, con un carácter horrible hacia los varones.

Para suerte nuestra, el fin de semana es para descansar de los malos tratos.

—Hace frío aquí.

—¿Encerio tienes frío?, ¿En pleno verano? —Pregunto.

—El viento está congelándo, Aníbal.

Después de eso no volvió a mencionar palabra alguna, lo cual me agradó de su parte.

Sólo necesito un respiro. Un tiempo a solas en mi cama no me vendría nada mal, a pesar de las malas condiciones de la misma.

—Ya está por anochecer. —Dijo ella.

Es cierto, la tarde se había pasado volando cuando terminó el periodo de la clase de Historia.

—Que bien, ya es hora de cenar.

—Me muero de hambre. —Menciono.

Amelia avanza y se mantiene de pie en la puerta.

—¿Qué haces? —Pregunto.

—Esperándote. —Dijo jugando con un mechón de pelo que caía por su rostro.

Me levanto de la cama y voy con ella, ya ni siquiera intento protestar, sé que no me dejará ir solo.

—Está bien, vamos.

Ella se alegra un montón al ver que me interesa ir con ella.

Ambos avanzamos por el pasillo yendo hacia el exterior de Heaven's Garden.

En nuestro camino nos encontramos a Evelyn, quien caminaba tan solitaria y cabizbaja como siempre lo hacía, Amelia trata de llamar su atención pero la ignora completamente.

—Evelyn. —Dije tocando su hombro izquierdo.

Ella se voltea y me mira enfadada.

—¿Ocurre algo? —Preguntó Amelia.

Vuelve la vista hacia enfrente, pareciera que mi sola presencia le provoca repulsión, incluso ira u odio.

—¿Te gustaría comer con nosotros? —Propuse a la solitaria chica.

Después de un análisis completo hacia mi persona ella acepta sin mayor emoción, asintiendo sin entusiasmo y sin dejar esa mirada disconforme de su rostro.

Sin duda, Evelyn es la chica con menos simpatía de todas.

Los tres llegamos al camino de tierra que nos lleva al comedor, el cielo tomó ese color rojizo característico de los atardeceres de verano, una mezcla de colores hermosos que me hacen apreciar cada vez más el camino a través del bosque.

Éramos los primeros en el comedor, nos sentamos junto al ventanal con vista hacia el bosque.

Tuvimos que esperar unos minutos hasta que Esperanza abriera su ventanilla, solo para darse cuenta de que nosostros estábamos ya sentados.

Rápidamente ella salió de la cocina con tres bandejas en sus manos, el olor de la carne tan deliciosa que prepara me hizo babear de inmediato, podía sentir mis labios ansiosos de aquella carne.